GRECIA – REFORMA LABORAL: El gobierno conservador aprueba jornadas de 13 horas y la semana laboral de 6 días

El 22 de septiembre, el gobierno conservador griego de Nueva Democracia, en el poder desde 2019 y reelecto en 2023, aprobó una reforma laboral que supera, de lejos, a la que impuso el PP en España, hace 11 años.

Manifestación en Atenas en la plaza Syntagma el 21 de septiembre

Según las nuevas leyes laborales griegas, el período de prueba de los trabajadores será de hasta 6 meses y podrán ser despedidos durante el primer año sin indemnización ni notificación previa.
También restringe el derecho de huelga: habrá multas y hasta penas de cárcel para quienes impidan que los trabajadores vayan a trabajar durante las huelgas.

Además, la reforma abre la puerta a contratos de trabajo donde ya no sea obligatorio estipular la duración de la jornada laboral.

El gobierno griego exhibió el mismo argumento engañoso que todos los perpetradores de ataques a los derechos de los trabajadores: dicen que el objetivo es «crear empleo». La tasa de desempleo en Grecia, en julio de 2023 rondaba el 10 %, siendo más baja que la de España que se situó en el mismo mes en el 11,6%. Tanto en Grecia como en España el desempleo ha ido bajando progresivamente desde el final de la pandemia, a razón de dos puntos, aproximadamente, por año.

En Atenas, miles de manifestantes llenaron la plaza Syntagma, aquella de la que el mundo estaba pendiente cuando los griegos luchaban contra los planes de austeridad de Bruselas. También hubo manifestaciones en Salónica, Patras, Préveza y Heraclión. Las pancartas decían: «No nos convertiremos en esclavos modernos» y «Sus ganancias o nuestras vidas».

El veterano sindicalista Dimitris Bratis, miembro de Adedy, el mayor sindicato del sector público en Grecia, en su discurso ante los manifestantes dijo: «Es importante ver el momento en que se hacen estas reformas. La ley de Hatzidakis se aprobó en medio de una pandemia cuando se suponía que el gobierno debía buscar consenso social para abordar la crisis. La reforma de hoy viene después de los devastadores incendios de verano y las devastadoras inundaciones en Tesalia, que tuvieron consecuencias incalculables, y en la capital de nuestro país». [La ley de Hatzidakis, que se aprobó en 2021, derogó los convenios colectivos de 8 horas, aumentando de 40 a 50 las horas semanales; penalizó la acción sindical y permitió el retraso en el pago de las horas extras]. «En esta coyuntura, donde el país tiene heridas abiertas, el gobierno nuevamente busca entrar en conflicto con el mundo laboral. Tiene una misión específica, defiende los intereses de los empresarios y la oligarquía», señaló Bratis.

El sindicalista enfatizó que «137 años después del levantamiento de Chicago que exigió 8 horas de trabajo, 8 horas de sueño, 8 horas de tiempo libre, hoy llega el proyecto de ley del gobierno de Nueva Democracia que establece 13 horas de trabajo diario, 78 por semana, elimina los acuerdos colectivos, permite a los empleadores establecer empleos de seis días y presenta contratos personalizados, que son condiciones laborales extremas contra los empleados».

«En Sanidad tenemos enormes deficiencias, falta de médicos, colapso de los hospitales. Lo mismo es cierto en la Educación, donde las escuelas comenzaron (el curso) con grandes deficiencias en todo el país. Hay grandes deficiencias de personal en el Ministerio de Finanzas, en el de Defensa, en los municipios y en todos los organismos públicos y servicios. En promedio, todo el Estado tiene una escasez que excede el 40% en los empleos públicos», dijo el sindicalista griego.

«El gobierno ha atacado al Estado, es por eso que lo reduce y no lo actualiza. Quiere aplastar al sindicalismo en todos los sentidos, como lo hizo Thatcher con los mineros en 1984. Frente a esta política neoliberal del gobierno de Nueva Democracia debemos resistir. Hay que lidiar con la frustración, la apatía y la pasividad; organizar y pelear las batallas. Y no sólo para darlas, sino también para ganarlas. Con este fin, el movimiento sindical debería dejar sus diferencias menores y trabajar unidos y decisivamente por una vida mejor para toda la gente».

«Una vida donde 8 horas de trabajo diarios sean suficientes para vivir con dignidad. Una vida en la que encuentre médicos, hospitales, medicamentos y tendrá una pensión decente. Una vida en la que serán respetados sus derechos individuales y colectivos. Una vida en la que funcionarán las instituciones de democracia y un gobierno no podrá hacer cualquier cosa que quiera y quedar impune», dijo el sindicalista de Adedy.