JUVENTUD RETRÓGRADA EN EUROPA: Un producto del neoliberalismo y la cultura de masas de la globalización
En enero de 2023, el HCE francés (Alto Consejo para la Igualdad entre Mujeres y Hombres) -un organismo estatal independiente creado en 2013 durante el gobierno del presidente socialista François Hollande- presentó su informe anual sobre el estado del sexismo en Francia, bajo el título: “El sexismo perdura y sus manifestaciones más violentas se agravan, y las generaciones jóvenes son las más afectadas”.
A la vista de los datos que arroja el estudio, el HCE propuso que “el esfuerzo no sólo debe relacionarse con la protección y la represión, sino también en la prevención actuando sobre mentalidades desde una edad temprana. Entre las medidas clave, la regulación del contenido del sector digital para combatir los estereotipos, representaciones degradantes y escenas de violencia ahora trivializadas en Internet, en particular en videos pornográficos”.
El estudio francés muestra que la generación de varones de 15 a 34 años es la más retrógrada, patriarcal y sexista, y los varones más progresistas en cuestiones de género son los mayores de 55 años.
En España, los resultados no son diferentes. El Barómetro Juventud y Género del año 2021 muestra cómo avanza sistemáticamente la mentalidad retrógrada en las nuevas generaciones de varones. Entre otros datos preocupantes, el estudio revela que el 20 % de los varones de entre 15 y 29 años, cree que “la violencia de género no existe” y que es sólo un “invento ideológico» (la realidad es que, según datos del Poder Judicial, en España, en 2021 se cometió un asesinato por violencia de género cada 7,5 días). En 2019, en este grupo de edad sólo el 12% expresaba esa opinión.
En una nota publicada en el medio francés Marianne, Vincent Lautard, consultor en el sector social y de salud, analiza las diversas causas que han convertido en retrógrada a una parte importante de las nuevas generaciones de varones europeos. Lautard señala que «el ultraliberalismo hace crecer cada vez más el individualismo feroz» y «no hay espacio para la aceptación de la frustración, el derecho a cometer errores y la búsqueda del interés colectivo. Esto empuja a más y más jóvenes a favorecer la satisfacción de sus intereses personales inmediatos en su vida cotidiana, incluso si eso significa ir en contra de los derechos y la libertad de los demás».
¿Y si los jóvenes de hoy fueran mucho más reaccionarios de lo que pensamos?

Para Vincent Lautard, consultor en el sector social y de salud, al contrario de lo que popularmente se piensa, hay un retorno del conservadurismo entre los jóvenes, vinculado a varios factores.
VINCENT LAUTARD / MARIANNE
Durante varios años, una idea ha sido transmitida por medios, asociaciones o partidos políticos: los jóvenes de hoy serían mucho más progresistas que sus mayores en muchos temas sociales. Sin embargo, varios estudios indican más bien que parte de los jóvenes de hoy están retrocediendo a posiciones conservadoras y misóginas.
El Alto Consejo para la Igualdad entre Mujeres y Hombres [un organismo estatal independiente creado en 2013 por el presidente socialista François Hollande] hizo sonar la alarma en su informe de enero de 2023 sobre el regreso de la misoginia en los varones jóvenes.
Según la encuesta del «Barómetro del sexismo», el 23 % de los hombres de 25 a 34 años piensan que a veces deben ser violentos para ser respetados (contra el 11 % del promedio general) y el 40 % de los varones de 15 a 34 años no encuentran problemático que el hombre se niegue a que su pareja tenga amistad con otros hombres (en comparación con el 24 % en los mayores de 65 años). Un hombre que abofetea a su novia es problemático para sólo el 78 % del grupo de 15-34 años (en comparación con el 97 % de los mayores de 65 años). El 20 % de los varones con una edad entre 25 y 34 años piensan que una mujer asaltada sexualmente puede, en parte, ser responsable de su situación (contra el 16 % de los hombres en su conjunto).
En un estudio realizado en diciembre de 2022 por el IFOP (Instituto de Estudios de Opinión y Marketing) con los maestros,el 33 % de los docentes en el sector público declaran que ya se han enfrentado con un desafío con diversos estudiantes por razones religiosas.
Retorno del conservadurismo
Otros estudios muestran un retroceso de la consideración social femenina entre los jóvenes. En una encuesta del IPSOS [Instituto Publico de Sondeos de Opinión] de 2021 titulada: «Los franceses y las representaciones sobre violación y violencia contra las mujeres», sólo el 70 % de los hombres de 18 a 25 años respondieron que sería una violación «obligar a su cónyuge o pareja a tener relaciones sexuales aunque ella se niegue y no lo quiera hacer”, a diferencia de más del 84 % entre los mayores de 55 años. Según una encuesta del IFOP de junio de 2022 sobre el aborto, solo el 71% de los jóvenes de 18 a 24 años consideran positivamente la legalidad del aborto en Francia contra el 80% en la franja de 35 a 49 años y más del 88 % en los mayores de 50 años.
En menor medida, la visión de los jóvenes también puede ser menos progresista que la de sus mayores con respecto a la opinión sobre la homosexualidad. Según un estudio del IFOP de 2019, el 20 % de los menores de 34 años considera la homosexualidad como una enfermedad, contra menos del 15 % en la franja de edad de 35 a 65 años. La violencia contra los homosexuales, en ocasiones sería comprensible para el 15 % de los jóvenes de 25 a 34 años y el 12% de los menores de 25 años, contra el 9 % para los mayores de 50 años.
Durante varios años, las investigaciones de opinión han mostrado un retorno de la práctica religiosa entre los jóvenes. Este aumento de la práctica religiosa se acompaña de posiciones ultra conservadoras.
Según un estudio del IFOP en 2020, para el 57 % de los musulmanes menores de 24 años, la Sharia (ley islámica) es más importante que la ley de la República, pero este porcentaje baja al 30 % en los musulmanes mayores de 35 años.
En otro estudio del IFOP en 2021 con estudiantes de secundaria, el 30 % de los jóvenes católicos y el 65 % de los jóvenes musulmanes colocan las reglas de su religión por encima de las de la República.
En un estudio del CNRS [Centro Nacional de Investigación Científica] en 2018 con casi 7 mil estudiantes de secundaria, el 64 % de los estudiantes de secundaria musulmanes consideraron que la homosexualidad “no es una forma como cualquier otra de vivir la sexualidad».
En otro estudio del CNRS y de Sciences-Po [Instituto de Estudios Políticos de París] en 2015, de 9.000 estudiantes universitarios de Bouches-Du-Rhône [un departamento del sudeste de Francia, parte de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul], el 29 % de los jóvenes católicos y el 40 % de los jóvenes musulmanes consideraron que «las mujeres están hechas sobre todo para tener niños y criarlos», contra el 16 % de los jóvenes ateos. En este mismo estudio, el 47 % de los estudiantes universitarios musulmanes y el 23 % de los estudiantes universitarios católicos consideran que las personas homosexuales «no son personas como otras» (contra el 13 % de los estudiantes universitarios ateos).
Cultura de masas y ultraliberalismo
Durante varios años, con la proliferación de los reality shows, muchos programas han florecido, y transmitido una imagen retrógrada de la mujer, encerrándola en el hogar como ama de casa, cuidando a sus hijos, pasando el día de compras, buscando al “príncipe azul”. Peor aún, en estos programas, las mujeres compiten entre sí. Podemos citar programas pasados o presentes: “Intercambiamos a nuestras mamás”, “Las reinas del shopping”,”Cuatro bodas para una luna de miel” o peor aun “Bachelor, el caballero soltero”. Estos programas son un éxito entre los jóvenes. [N. de la E.: en España se emiten las correspondientes versiones, ya que, las productoras locales compran los derechos a multinacionales del entretenimiento. La última lacra que se extiende por todo el mundo son las series turcas, popularizando una imagen de la mujer y de las relaciones entre géneros, que hasta un medio español muy conservador admitió que «destilan comportamientos retrógrados, machistas y promueven roles tóxicos, siempre o casi siempre desde una perspectiva patriarcal»].
En Tik Tok, la red social que es un éxito entre los menores de 25 años, hay muchos videos de fundamentalistas religiosos o incluso masculinistas de extrema derecha, que acumulan cientos de miles de vistas. Estos videos apelan a un retorno a los valores tradicionales misóginos y homofóbicos. También hay numerosos videos en los que las mujeres se presentan como objetos sexuales o como amas de casa que aceptan estar sometidas a sus cónyuges.
El ultraliberalismo hace crecer cada vez más el individualismo feroz y la búsqueda personal de la máxima eficiencia en poco tiempo en el sector económico, y también social.
No hay espacio para la aceptación de la frustración, el derecho a cometer errores y la búsqueda del interés colectivo. Esto empuja a más y más jóvenes a favorecer la satisfacción de sus intereses personales inmediatos en su vida cotidiana, incluso si eso significa ir en contra de los derechos y la libertad de los demás. Este mecanismo de competencia permanente acentúa la violencia física y social e instala la ley del más fuerte.
Esto lleva a dos derivaciones: la amplificación de las posturas reaccionarias, virilistas y misóginas, y el impulso de jóvenes frágiles hacia movimientos conservadores extremistas, religiosos o políticos, en busca de un marco tranquilizador o protector.
La educación nacional en declive
También es necesario subrayar el hecho de que ciertos movimientos influyentes de la izquierda, con una parte de los jóvenes abandonando cada vez más las luchas sociales y progresistas en beneficio de las luchas de identidad, en ciertos casos, atraen a estos movimientos a defender posiciones religiosas retrógradas.
Por falta de medios y apoyo, por miedo –notablemente después del atentado contra Charlie Hebdo y el asesinato del profesor de secundaria Samuel Paty – o por ideología, hay cada vez más maestros que ya no transmiten ciertos principios republicanos o evitan ciertas materias. En un estudio realizado por el IFOP en diciembre de 2022 con los maestros, el 52 % de éstos declaró que ya se han autocensurado cuando imparten clase, para evitar desafíos de origen religioso o filosófico de sus estudiantes.
Los temas sobre los que los maestros se autocensuran se centran en la igualdad de género, el laicismo, o incluso las clases de enseñanza cívica.
Entre los profesores menores de 30 años, son más del 70 % los que quieren suavizar las normas del laicismo en la escuela.
Esta renuncia de la Educación nacional altera en gran medida la educación en el respeto al otro, empuja a encerrarse en si mismo, y permite a ciertos estudiantes difundir sus discursos radicales entre sus compañeros sin encontrar contradicciones en los adultos.
El cliché de los viejos «boomer» [la generación nacida entre 1946 y 1964] reaccionarios, y la juventud progresista feminista que algunos intentan vendernos, sólo sería pura ilusión. Tenemos que enfrentar la realidad, que es mucho más compleja e inquietante de lo que se piensa. El integrismo religioso, especialmente el fundamentalismo islamista [este factor pesa más en Francia que en España ] y el conservadurismo de extrema derecha, están causando estragos en nuestra juventud.
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