REPÚBLICAS DEL DONBASS: La historia de la República española se repite. Que no acabe igual
Milicianos populares mal armados, lucha contra fascistas, hambre y privaciones, moneda de cambio en la arena geopolítica mundial, demonizados por Occidente (sí, también lo hicieron con la Segunda República Española: desde EEUU hasta la Europa «democrática»), confiando en una ayuda rusa definitiva que ponga fin a la guerra y que tarda demasiado en llegar… Y también, como entre los defensores de la República Española, una alta moral de entrega y sacrificio, una creatividad artística acrecentada por la necesidad de alimentar el espíritu, y un renacer de ideales universales que son una luz en los tiempos oscuros que nos han tocado vivir. Si son derrotados, les espera el mismo destino que a los republicanos españoles: tumbas sin nombre en fosas comunes, todo tipo de vejámenes en cárceles ucranianas, seguramente secretas (para que ningún funcionario de la Cruz Roja o de la ONU haga preguntas incómodas), y los más afortunados, el camino del exilio.
«Sin Rusia, no podremos detener una ofensiva ucraniana masiva»

VLADISLAV UGOLNY / SIGNES OF THE TIMES
El periodista Vladislav Ugolniy, que reside en Donetsk, habla de la vida de la ciudad, cuyos residentes esperan una guerra inminente a gran escala.
Hace ocho años que hay guerra en Ucrania. Recientemente, subió la tensión, con varios países occidentales hablando de una inminente «invasión rusa». Moscú niega fuertemente estos rumores, y señala que lo que quiere el gobierno de Ucrania es recuperar sus «regiones bandidas» por la fuerza, envalentonado por el envío de armas y municiones de Occidente.
Pendientes de la Rasputitsa
Desde 2015, los voluntarios armados que defienden el Donbass están pendientes del estado de los caminos y carreteras en primavera y otoño, estaciones que los rusos llaman Rasputitsa porque las carreteras sin asfaltar están intransitables Se dice en el Donbass que las fuerzas de Kiev, entrarán [por tierra] en la temporada en que las carreteras estén convertidas en un barrizal para impedir el movimiento de vehículos militares pesados [de las fuerzas rusas que se supone entrarían a defenderlos].
Hace siete años, el acuerdo Minsk II puso el problema de la autodeterminación del Donbass en espera. Se suponía que el acuerdo político detendría el conflicto armado y se creaba un marco bajo el cual los sistemas pro-rusos y pro-EEUU podrían coexistir dentro de un Estado, al tiempo que garantizaba la neutralidad de Ucrania. Los esfuerzos diplomáticos, sin embargo, no pudieron detener la violencia. La diplomacia sólo localizó la guerra a lo largo de la línea del frente, con millones de personas viviendo a cada lado.
Mientras que los líderes mundiales estaban confirmando su compromiso con el acuerdo político, diciendo que no había otra alternativa, las personas involucradas en la guerra del Donbass sabían que, en algún momento, los disparos comenzarían de nuevo. Lo sabían todos: los propios combatientes, periodistas, voluntarios, médicos, sacerdotes y activistas, sabían esto. Así lo creían y se preparaban. Esto podría ser lo único que los partidarios de la República Popular de Donetsk (RPD) y los nacionalistas ucranianos tienen en común: todos saben que se acerca una nueva ola de hostilidades y la notoria «invasión» es inevitable. (N.de la E.: para el Donbass , «invasión», es la de las fuerzas de Kiev).
Este invierno, los medios internacionales adoptaron los cálculos que usan los voluntarios armados del Donbass, para calcular una posible invasión armada de Ucrania a las Repúblicas rebeldes, pero para calcular la invasión rusa apocalíptica destinada a destruir la condición de Estado de Ucrania y su ingreso a la OTAN.
Ha habido rumores de que el asunto del barro congelado, fue tratado entre Joe Biden y el presidente ucraniano. Si esto es cierto, podemos asumir que la Casa Blanca y los medios globalistas han demostrado un nivel de «experiencia» sin precedentes: ahora obtienen su información de inteligencia de los cálculos que a los luchadores del Donbass se les ocurrieron hace siete años.
Estamos en Donetsk, la capital de la República Popular de Donetsk, y la temperatura en la calle es de 2 grados. La gente camina en la nieve que se derrita lentamente, convirtiéndola en papilla. Y en caso de que los analistas del Departamento de Estado necesiten agregar un grano de verdad a sus volúmenes masivos de mentiras, pueden leer esta investigación periodistica.
Vladimir Grubnik, de médico cirujano a refugiado en Donetsk
Los residentes locales no son los únicos afectados por las cosas que suceden en el Donbass. Vladimir Grubnik es médico, y en un tiempo lejano fue cirujano y profesor en la Universidad Médica de Odessa. En 2015, fue detenido por el Servicio de Seguridad Ucraniano y fue acusado de actividades de sabotaje. Pasó cuatro años en la cárcel y salió en 2019 durante un intercambio de prisioneros entre las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL) y Ucrania.
Antes de la guerra, Vladimir había visitado el Donbass sólo una vez: fue a una conferencia de cirugía en la ciudad turística de Svyatogorsk. La cruel ironía es que el centro balneario que albergó aquel evento, fue convertido más tarde en un campo de concentración del Servicio de Seguridad de Ucrania. Allí llevaron a los presos políticos programados para un intercambio. «Fue algo irónico que diez años más tarde terminé en el mismo lugar, pero bajo circunstancias completamente diferentes», dice el médico.
Cuando le preguntamos si Donetsk se ha convertido en su segundo hogar, citó la letra de una famosa canción rusa de la década del 1970: «Mi domicilio no es una calle o edificio/ la Unión Soviética es mi domicilio /nací en la URSS, soy un patriota soviético, es mi país, mi gran patria/.. Odessa, Donetsk, Moscú, Kiev: no hago una distinción entre estas ciudades, todas son importantes, y me siento personalmente responsable de su libertad. Tengo que luchar por su liberación. Por eso puedo llamar a Donetsk mi segundo hogar y decir que el Donbass es la región en Novorossiya [históricamente, una parte del sur de Rusia que ahora está mayormente en Ucrania] que logró tener éxito. Pudieron hacer, aunque sólo en parte, lo que no pudimos. Ese ‘en parte’ es algo de lo que podemos hablar «.
Los acuerdos de MINSK entre Rusia y Ucrania no gustan en el Donbass
Vladimir no apoya todo lo que sucede en el Donbass. Dice que cuando comenzaron los cambios en 2014, la gente esperaba un escenario completamente diferente. Querían unirse a Rusia, como lo hizo Crimea. Pero Ucrania utilizó militantes nazis y comenzó una guerra, que luego condujo a los acuerdos de Minsk que ahora afectan a todos los aspectos de la vida aquí.
Nadie en el Donbass, especialmente los funcionarios públicos, puede ir contra los acuerdos Minsk II, porque fueron aprobados por el gobierno de Rusia.
«Algunos funcionarios públicos están listos para hacer más de lo que pueden, hacer todo lo posible para asegurarse de que a la gente no le falte nada. Esto es muy inspirador y conmovedor. Pero hay otros, que son oportunistas que sirven bajo las banderas de las Repúblicas hoy, pero mañana cambiarán fácilmente de lado. Los acuerdos de MINSK limitan lo que los funcionarios honestos pueden hacer, mientras que los oportunistas tienen libertad total por su falta de integridad, no tienen ningún filtro ideológico que les ayude a diferenciar entre el bien y el mal. Todo el mundo establece sus propios estándares», explica el médico.
Los acuerdos de Minsk obligan a los partidarios de Novorossiya a reconocer formalmente las Repúblicas de Donbass como territorios ucranianos.
El médico Vladimir cree que las políticas ambiguas causan reacciones similares a la esquizofrenia, ya que la incertidumbre, la duplicidad y la ambigüedad desmoralizan a las personas, no saben cómo será su futuro y dudan del hecho de que todos sus esfuerzos valgan la pena.
Tienen miedo de que, en lugar de unirse con Rusia, tendrán que comprometerse y aceptar un estatus especial para el Donbass y permanecer como parte de Ucrania. Como decenas de miles de otros desde 2014, Vladimir describe su posición como «tolerancia cero hacia el Estado ucraniano nazi [insistió en usar este término exacto]».
«Las cosas son más sencillas para mí personalmente, porque después de ser liberado, estoy feliz de ser libre, esto ya está más allá de mis expectativas», dice Vladimir.
La OSCE es un espía de Occidente en el Donbass
Recientemente, el Dr. Vladimir habló con Charlotta Relander, la coordinadora de la OSCE del subgrupo de trabajo humanitario del Grupo de Contacto Trilateral en Donbass. Vladimir no tiene ilusiones con respecto al interés de la OSCE en escuchar el punto de vista de un ex prisionero de guerra como él. Él dice que la OSCE es una organización políticamente sesgada, y sus acciones sólo confirman su creencia. El otoño pasado, la OSCE se detuvo y observó a las fuerzas especiales ucranianas secuestrando a Andrey Kosyak, que tiene inmunidad como miembro de la JCCC en la RPL (el Centro Conjunto de Control y Coordinación sobre el Fuego y la Estabilización de la Línea de Demarcación, de la República Popular de Lugansk).
Vladimir cree que la OSCE está desacreditada completamente y no debe operar en el Donbass: «Es un espionaje básicamente legitimado, están trabajando para el enemigo, han estado haciéndolo todo el tiempo».
«Para mí, esta guerra comenzó en 2014 y sigue en activo. Se utilizan diferentes métodos, pero no significa que algo haya cambiado. No todos estarán de acuerdo conmigo, pero creo que hemos estado en guerra todo el tiempo. El Estado ucraniano nazi está listo para escalar la situación, es un hecho. Por lo tanto, tenemos que estar listos también, para que podamos reaccionar en consecuencia. Lamentablemente, las Repúblicas están en un estado económico miserable en este momento, y la milicia popular está incluso en una situación peor. «No podrán enfrentarse a una ofensiva ucraniana a gran escala solas», dice.
No basta con creer o esperar la llegada del ejército ruso, necesitan certezas
«Por lo tanto, la cuestión de si el ejército ruso viene a ayudar es un tema especialmente importante, así como las preguntas que lo acompañan, cuándo y cómo vendrá esta ayuda. ¿Se pueden mover las tropas tan pronto como nos ataquen, o sólo varios días después, cuando aquí ya no quede nadie a quien defender? Ya no es suficiente, simplemente creer o esperar. Uno tiene que entender qué posibilidades tiene con claridad, teniendo en cuenta todo tipo de factores, incluida la política global y el margen de maniobra que el gobierno tendrá. Uno tiene que considerar, bajo qué circunstancias Rusia no sólo se verá obligada a lanzar una campaña militar en el Donbass, sino que también dirigirá operaciones a escala a gran escala a lo largo de toda la frontera ruso-ucraniana. ¿Cómo de rápido tomarán la decisión sobre el tema de la intervención? ¿Será una guerra convencional o ‘híbrida’? Los tiempos de las operaciones encubiertas que no se pueden reconocer oficialmente se acabaron. Ahora es el momento de considerar cada factor, ya que decidirá el resultado. El factor decisivo está en los detalles», dice el médico.
Antes de despedirnos, Vladimir nos habla sobre la diferencia entre vivir en las áreas centrales de la RPD o en las afueras, cerca de la línea del frente. «Hay una gran diferencia entre vivir en un tiempo de guerra, y vivir en el campo de batalla. A veces, te alejas 20 km de la línea del frente y puedes olvidarte por completo de la guerra. Las personas que viven en áreas seguras tienden a despreocuparse por el destino de los menos afortunados. Mientras que algunos están mordiendo el polvo, otros, como dice el famoso poema A ustedes de Vladimir Mayakovsky, ‘con sus bocas llenas de carne y grasa, canturrean lascivos poemas de Severyanin’. Esa es la realidad que vivimos hoy», concluye.
Sin embargo, la verdad, es que incluso los que viven en áreas más seguras se sienten raros, tal vez no estén en el campo de batalla, sino definitivamente en algún tipo de limbo. No pueden sacudirse este sentimiento de impasse. Algunos lo comparan con vivir en la frontera. A menudo, no pueden describir lo que es exactamente, pero todos están participando en lo que está sucediendo.
‘Kukushka’, canción de guerra en el Donbass
Underground Stage, es un bar de rock en Donetsk, el lugar principal de encuentro para los artistas locales. Muy pocos músicos traen sus conciertos a la zona de conflicto. Muchos tienen miedo de la situación inestable, otros no quieren ser prohibidos en Ucrania por ir allí. También hay aquellos que piensan que actuar en el Donbass mermará su reputación, y algunos simplemente no entienden cómo se beneficiarán financieramente por ir a tocar su música en una región devastada por una crisis humanitaria. Los únicos músicos que vienen aquí son aquellos que desean hacer una declaración política, como las estrellas de rock Yulia Chicherina y Vadim Samoylov, o los raperos Rem Digga y Husky. Cuando no están en la ciudad, la música en vivo es suministrada por bandas locales.
El aislamiento del Donbass alentó a los artistas locales: siempre hay alguien para cantar canciones, escribir poemas y hablar desde un escenario. Mientras que el resto del mundo descubrió cómo era tener todos los eventos culturales cancelados en 2020 por la pandemia de coronavirus, el Donbass ya llevaba seis años de aislamiento.
Pero el Donbass ha encontrado una manera de lidiar con eso. Algunos días, la multitud local viene a cantar ‘Kukushka‘, una canción escrita por la popular estrella rusa Viktor Tsoi. ‘Kukushka’ (pájaro cucú, en ruso) se ha convertido en una canción de guerra favorita en el Donbass. A la noche siguiente, los chicos locales se atreven a tocar la música de la banda estadounidense de new-metal Korn.
Lo mismo se puede decir sobre otras artes en el Donbass, incluida la cinematografía. Anton Gorokhov tiene 28 años. Hace ocho, vino aquí como voluntario y pronto estuvo a cargo de un grupo de pilotos de drones. A medida que pasaba el tiempo, se dio cuenta de que la vida era más grande que la acción en el campo de batalla. Hoy en día, Anton está haciendo películas sobre las personas. Entre otras cosas, produjo la primera película del Donbass sobre la guerra, ‘Opolchenochka‘ (muchacha miliciana, en ruso).
«Definitivamente hay demanda de arte y películas que educan y cuentan la historia de lo que está pasando. ‘Opolchenochka’ cuenta la historia de un equipo de tanquistas, que son en su totalidad mujeres, que por diversas razones terminaron en el Donbass luchando en una guerra. Mostramos la película en Rusia, así como en la RPD y la RPL y en todas partes, la gente pidió poder ver más historias sobre el Donbass y su gente. La gente nos pide que sigamos haciendo películas sobre sus experiencias aquí», dice Anton.
Antón pronto se convirtió en el jefe adjunto del Sindicato del Cine de Donbass después de que la organización sin fines de lucro se registró en la RPL. En este momento, el Sindicato tiene grandes planes discutiendo proyectos conjuntos con cineastas rusos. El Sindicato representa a Estudios de Cine Popular de Lugansk, Lugafilm Estudios, Donfilm Studios, que produjeron la película poética ‘Zamysel’ (Concepción, en ruso).
Los cineastas del Donbass quieren encabezar el desarrollo de la industria, y tienen una rica fuente de historias relacionadas con la guerra. El Sindicato del Cine del Donbass planea realizar dos festivales de cine en Donetsk y Lugansk en febrero y marzo de este año.
«¿Cambiará una escalada de nuestros planes? No, no lo hará, dice el cineasta. Hemos estado trabajando durante ocho años aquí, en las Repúblicas, y hemos pasado por muchas etapas.
«Incluso si se empieza una guerra a gran escala, responderemos haciendo más películas. Dormiremos menos y trabajaremos más. No puedo esperar a que Rusia finalmente dé el paso decisivo. En cualquier caso, seguiré haciendo lo que estoy haciendo, es decir, mi servicio militar y haciendo películas, contando las historias «.
Anton también dirige otro proyecto: el joven cuerpo diplomático de los Estados no reconocidos. Su objetivo es promover la aceptación de la soberanía de las Repúblicas. Anton cree que es de importancia crítica proporcionar la plataforma a quienes viven en las Repúblicas no reconocidas para que puedan expresar sus desacuerdos con la comunidad internacional. Él cree que «ni la ONU ni ninguna otra organización internacional son capaces de tratar los desafíos a que nos enfrentamos, por lo que proponemos buscar nuevas formas de construir un nuevo orden mundial equilibrado».
Una gran guera definitiva es mejor que un largo conflicto de baja intensidad
Irina, de 25 años, licenciada en Historia en la Universidad Nacional de Donetsk, dice que ella daría la bienvenida a una escalada en el Donbass porque aunque «la guerra se lleva la vida de las personas, lo cual es algo muy malo, al mismo tiempo nos da esperanza de que el tema ucraniano finalmente se resuelva». «En la perspectiva a largo plazo, una guerra a gran escala es menos peligrosa que un conflicto de baja intensidad que dure décadas», dice Irina.
Irina es consciente de que un acuerdo político siempre implica la negociación. Ella cree que la negociación está justificada si las partes conflictivas tienen algo en común y pueden ofrecerse cosas entre sí. «Estamos enfocados en los jugadores globales, centrando la situación en Rusia y los Estados Unidos, que tienen mucho que ofrecerse el uno al otro», dice ella. «En este caso se justifica un acuerdo político. Pero aquí, en la arena, están involucrados otro tipo de jugadores: los habitantes del Donbass y el gobierno ucraniano. No puede haber negociación en nuestro caso».
Irina cita una frase famosa de un general en los días de la Revolución rusa: ‘Tenemos desacuerdos sobre el uso de la tierra: Ellos quieren enterrarnos en esta tierra y nosotros no queremos que caminen en nuestra tierra’. Sencillamente, esta tierra es nuestra. Nací y crecí aquí. Esto significa que el único escenario posible es la guerra.
«Además, sabemos por la Historia que no ha habido ejemplos de un conflicto que se resuelva con éxito a través de un acuerdo pacífico, siempre es sólo una mediación. Y esta política sólo es efectiva temporalmente, hasta que todo explota una vez más».
«Rezaré por Novorossiya», dice Irina cuando se le pregunta qué va a hacer en caso de una escalada. Todo depende de cómo vaya la campaña militar. Tendré que posponer mis planes de mudarme a San Petersburgo para seguir mis estudios. Con mi formación profesional actual, haré lo que pueda para ayudar a los civiles. La situación se ve agravada por el hecho de que tengo seres queridos en la ciudad de Jarkov. Entonces, si quieres que sea completamente sincera, estoy preparada para tomar acciones más radicales si es necesario».
Alexander, pareja de Irina, que es de nacionalidad rusa, dice: «Me preocupa la escalada actual del conflicto, pero tengo mis esperanzas en la asistencia militar y política de Rusia. Como ciudadano ruso, quiero creer que la cuestión de reconocer las Repúblicas DPR y LPR como Estados independientes se resolverá positivamente en febrero».
Alexander cree que un acuerdo político en el marco de los acuerdos de Minsk en su forma actual, sería el peor resultado. El único escenario de acuerdo político que considera aceptable es que la DPR y la LPR sean reconocidas como independientes por Rusia y, posteriormente, se integren en Rusia. De lo contrario, la única opción es volver a la etapa de conflicto congelado.
Alexander, no ve un futuro para él en el Donbass: «Incluso si la DPR y la LPR entran bajo la jurisdicción de Rusia, llevará décadas subir la calidad de la gestión política y económica local al nivel promedio de las regiones rusas. Podemos ver esto en Crimea «, dice.
Otro ciudadano, Vladimir, tampoco está contento con la gestión política y económica actual de Donbass. Ha estado brindando apoyo humanitario a los lugareños que sufren del conflicto militar y explica casos como éste: «Hay una casa de una anciana, y en 2016, o tal vez 2017, su casa fue golpeada por el fuego de artillería y las ventanas se rompieron. Si ella tuviera parientes arreglarían aunque sea una ventana, o incluso todas. Pero no hay nadie que la ayude, y tiene que cubrir los agujeros con lo que tiene a mano, o un poco de material que recibe de sus vecinos. Tampoco tiene dinero para comprar nuevas ventanas. Así que ella está viviendo en una casa oscura y húmeda todo este tiempo, la humedad entra a través de las grietas y los huecos de las ventanas, lo que llenó de moho negro todas las paredes y el techo de la casa. Eso la matará».
El trabajo de Vladimir es ayudar junto a sus compañeros a los ciudadanos que están en una situación similar. Y se sorprende de que en los cinco años de calma relativa en la línea del frente, el gobierno de la DPR no ha hecho absolutamente nada para remediar consecuencias como ésta de la actividad de combate. No se implementaron medidas de emergencia para ayudar que las personas que viven cerca de la línea del frente, se trasladen más hacia el interior, o para apoyar a las personas desplazadas internamente de las ciudades incautadas por Ucrania que tuvieron que refugiarse en instalaciones deportivas superpobladas o habitaciones en ruinas.
Hemos tenido varios casos que la persona no vivió para recibir el apoyo prometido. A veces, cuando finalmente llegamos a la casa de una anciana para instalar una ventana, ya es demasiado tarde. Ella ha muerto, nos dicen. Sucedió en varias ocasiones. Una vez incluso llegamos en medio del velatorio.
Sólo un ataque masivo ruso a la retaguardia ucraniana finalizará la guerra
Vladimir no otorga mucha importancia a la escalada actual, ni cree que el estado de las Repúblicas del Donbass vaya a cambiar. Piensa que cualquier ofensiva limitada al Donbass, sin importar de donde venga, sólo traerá más destrucción y se llevará más vidas humanas. «Esta es un área urbanizada, donde ambos lados en conflicto pasaron ocho años en las trincheras. Debaltevoó fue destruida y, después de siete años, todavía está en ruinas. ¿Por qué perder más vidas, decenas de miles de vidas? Si Ucrania gana, tendrá que abordar el problema de Crimea y la necesidad de restaurar la región de Donbass, destruida con sus propias manos. Si las Repúblicas obtienen ayuda, la guerra continuará, pero la primera línea se trasladará a Mariupol y Slavyansk, en lugar de Gorlovka y Donetsk «, dice.
«Sólo una fuerza rusa puede llevar la guerra al final, lanzando un ataque masivo contra la retaguardia del ejército ucraniano. Esto es lo que puede ayudar a finalizar la guerra en Donetsk y Gorlovka, en Mariupol y Slavyansk, y en Jarkov, en Odessa y en Kiev. Y entonces es cuando Crimea finalmente obtendrá suficiente agua fresca. [Ucrania ha bloqueado casi el 90% de los suministros de agua que fluyen a Crimea, después de que la República se uniera a Rusia] Y entonces, podré finalmente preguntar a este montón de escoria que son nuestros funcionarios públicos, donde está el dinero que se suponía que debía detener las pérdidas civiles? ¿Dónde se ha ido todo?, les preguntaré, y no me importa lo que piensen de mi».
Estas personas, que son víctimas de un conflicto geopolítico, no se engañan a sí mismos. No insisten en que el camino que han elegido sea perfecto.
El otoño de septiembre de 2014 cuando se firmó el primer protocolo de Minsk, y febrero de 2015 con Minsk II, han desviado al Donbass y al resto de Novorossiya de su camino de unirse a Rusia. Los juegos políticos sucios casi han logrado confundir a millones de personas, para persuadirlos de que todo lo que han pasado, luchado y sufrido, con amigos y familiares asesinados en la guerra, todas las derrotas y victorias, fue por algo completamente diferente.
Sin embargo, cada nación tiene una leyenda especial a la que recurren en tiempos de dificultades. Los rusos del Donbass no son una excepción. Siguen viviendo en su tierra natal, con la esperanza de que una primavera o un otoño (esas estaciones que los rusos llaman Rasputitsa, cuando los caminos de tierra son difíciles de transitar por su estado), los liberará de la política ambigua y todas las cosas sucias y mezquinas que están sucediendo ahora, se congelen junto con el lodo de las estepas. Así estas personas, que están viviendo en el temor constante de que el mañana nunca llegue para ellos, finalmente tendrán la oportunidad de liberar a sus ciudades y a ellos mismos. ¿Tienen miedo de la «invasión rusa»? ¡No, ellos la están esperando! Y la llaman intervención humanitaria.
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