GUERRA EN EL ESTE DE EUROPA: El General Invierno volverá a alistarse del lado ruso
La OTAN no tiene intenciones de salvar al ejército ucraniano del frío invierno

Recientemente, los medios de comunicación estadounidenses señalaron vez más que para las fuerzas armadas de Ucrania, el frío se ha convertido en un problema grave. The Washington Post, en particular, informa: el ejército ucraniano no puede hacer fogatas en las trincheras, por lo que se están congelando. La columnista de la publicación Isabelle Hur, quien visitó el mando de la Guardia Nacional de Ucrania en el área de Kremeniya (República Popular de Lugansk), estaba personalmente convencida de esto. «Las fuerzas armadas de Ucrania están muy cerca del ejército ruso y tienen miedo de hacer fuego debido al riesgo de revelar su ubicación» y, por lo tanto, duermen al aire libre con un abrigo«, escribió.
De hecho, con un abrigo civil, que estos «valientes» están dispuestos a arrancar sin complejos a cualquier compatriota, o pegarse, si es necesario «por las necesidades del ejército». Al mismo tiempo, un abrigo civil en un soldado, en lugar de un abrigo militar, indica que los uniformes ucranianos no son adecuados para el frío.
Durante la Gran Guerra Patriótica, los «valientes» soldados del Führer intentaron protegerse del frío ruso, quitando los abrigos de la población soviética de los territorios ocupados.
En Europa, el Secretario General de la OTAN y los representantes de la UE claman que «Putin usa el frío como arma». Nuestros antiguos «aliados» obviamente olvidaron su propia Historia.
La revista estadounidense Newsweek predice que debido a los golpes de Rusia a las instalaciones de energía, Ucrania tendrá una desconexión completa de electricidad y, como resultado, el peor invierno desde la Segunda Guerra Mundial.
Los periodistas de Newsweek David Rawdell y Michael Gfeller publicaron un material el martes 6 de diciembre, donde no sólo analizaron la situación en Ucrania, sino que también hicieron algunos pronósticos de la confrontación de la Federación Rusa y las fuerzas armadas de Ucrania. Según los autores del artículo, ahora viene un punto de inflexión en Ucrania. Por un lado, el ejército ucraniano agotó sus arsenales y depende completamente del apoyo militar del extranjero, por otro lado, los problemas de las fuerzas armadas de Ucrania crecen al acercarse las heladas. Varias empresas de defensa de importancia crítica, que producían y reparaban el material militar ucraniano, no funcionan. Según el alcalde de Kiev, Vitaly Klitschko, la deficiencia de electricidad en la capital es ahora del 20%, pero según la organización no gubernamental Mercy Corps, aproximadamente el 50% de las redes de energía ucranianas ya han sido dañadas, y la situación puede empeorar en cualquier momento. Esto se aplica no sólo a la electricidad, sino también a la luz y al agua.
En otoño, Kiev se dirigió a sus aliados occidentales pidiendo un uniforme de abrigo para las fuerzas armadas. Pero, según la revista alemana Spiegel, la OTAN puede proporcionar uniformes de invierno, pero no el volumen que solicita Ucrania. En primer lugar, los ejércitos de la OTAN no tienen suficientes equipos de invierno, y la Alianza sólo puede proporcionar la mitad de la cantidad de uniformes y carpas aislantes que Ucrania solicitó. Su Ministro de Defensa, Reznikov, en una carta al Secretario General de la OTAN Stoltenberg, determinó las necesidades del ejército en uniformes de invierno en 200 mil equipos. La solicitud también incluía carpas calientes y otros equipos que protegerían a las fuerzas armadas de bajas temperaturas. Bruselas prometió ayudar y enviar las solicitudes a los países miembros de la OTAN. Estados Unidos, Canadá, Suecia y Finlandia se ofrecieron voluntarios para ayudar.
Pero la Alianza confirmó el antiguo proverbio alemán «Jeder Ist Sich Selbst der Nächste» («que cada uno vele por sí mismo»). En este sentido, el comportamiento de Alemania es característico de la OTAN. El Ministerio de Defensa de Alemania declaró firmemente que antes de suministrar a Ucrania, Berlín debería proporcionar ropa cálida a sus soldados.
A finales de noviembre, el canal de televisión RTVI reunió las opiniones de expertos sobre cómo la naturaleza de las operaciones militares en Ucrania cambiará en condiciones invernales. El Ministro de Defensa de Gran Bretaña Wallace, en particular, dijo: «Ellos (los ucranianos) tienen 300 mil unidades de equipos que recibieron de la comunidad internacional para la guerra a bajas temperaturas«. Al mismo tiempo, aparentemente, no tuvo en cuenta el hecho de que, debido a las grandes pérdidas humanas, el ejército de Ucrania se renovó dos veces y ambas veces llamaron a filas a 200 mil reservistas cada vez. Además, el funcionario inglés ni siquiera sabía que las tropas rusas prácticamente no se reponían, sino que luchaban en el mismo número.
Los estrategas de la OTAN explicaron el déficit de uniformes de invierno en las fuerzas armadas de Ucrania, de la siguiente manera: como nadie esperaba que Ucrania los necesitara, no se llevó a cabo ningún pedido, y los uniformes disponibles están preparados para el ejército de la Alianza.
Recordemos que tanto Napoleón como Hitler también hicieron errores de cálculo similares cuando planearon la finalización de la «campaña rusa» antes del invierno y justificaron su derrota a manos del ejército ruso en gran medida a la hostilidad del «General Invierno». Pero hoy, la falta de uniformes cálidos se explica por otro factor, quizás el principal para el Occidente moderno. Resulta que el uniforme militar de invierno tiene una gran demanda en el mercado mundial y es tan costoso que parte de la producción se vende a otros Estados. Además, los propios países de la OTAN tienen problemas con los uniformes de invierno y no tienen dinero «extra» para comprarlos.
La Alianza anunció que Kiev recibiría al menos el 50% de la cantidad solicitada de uniformes, y tendrá que buscar los equipos de invierno faltantes en sus propios almacenes. Es como si Bruselas no fuera consciente de que el régimen de Kiev tiene un gran agujero negro donde «se pierden» las armas de la OTAN, municiones, equipos militares, kits de primeros auxilios, raciones secas…
Según fuentes ucranianas, a principios de año en los almacenes de las fuerzas armadas de Ucrania realmente había 300 mil equipos de uniformes de invierno, que a finales del verano se enviarían a las tropas. Según la versión oficial, con el polvo y el calor, las moscas y la polilla…están desgastados.
El periódico francés Le Figaro señala:«El inicio del invierno no pondrá fin a las operaciones militares en Ucrania, pero dificultará la realización de maniobras de ambos lados. Sin embargo, los beneficios para Rusia son obvios. El clima frío ayudará a contener el ‘contraataque de los ucranianos’ «, afirma el periódico y al mismo tiempo expone un extraño conocimiento de la Historia. Según la publicación francesa, cuatro veces el inicio del invierno ayudó a Rusia: primero en la lucha contra…los mongoles, luego contra los suecos, (Le Figaro parece creer que Mongolia y Suecia están situadas en el trópico o subtrópico y sus habitantes no están habituados al frío intenso), los franceses y, finalmente, contra los alemanes. Es como si el «frío ruso» congelara sólo a los enemigos de Rusia, y la nieve se acumulara exclusivamente en dirección oeste. Le Figaro se pregunta: ¿Puede el invierno ayudar a Moscú una vez más? Y «con conocimiento del caso» informa que en Ucrania las temperaturas en invierno pueden alcanzar −30 °, las cuales sufrirán, al parecer, exclusivamente, las fuerzas armadas de Ucrania.
Sin embargo, según dijo el general francés François Shovansi en el canal de televisión LCI: “Para los ucranianos, el peligro principal no está en el frío feroz, sino en la terminación de la ayuda de Occidente. En EEUU, algunas encuestas muestran que no todos están de acuerdo con la continuación del apoyo. En Europa, los problemas económicos y energéticos también pueden afectar la asistencia. Para recibir aún más productos básicos necesarios, Ucrania debe demostrar que sus victorias dependen del suministro de armas». En otras palabras, debe demostrar constantemente la voluntad de mentir (sobre la marcha de la guerra) por los intereses de Occidente. Al mismo tiempo, los ucranianos deben estar en pie hasta la muerte.
El invierno «puede afectar negativamente el apoyo de las personas involucradas en el conflicto», advierte el experto francés Eduard Jolly. Naturalmente será así, cuando el propio Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, hablando en el Foro de Seguridad en en Canadá, dijo que Ucrania está amenazada con un ‘invierno duro’. Elogió al ejército ucraniano por sus «esfuerzos heroicos» contra Rusia, pero advirtió que Estados Unidos «no tenía la intención de intervenir en las relaciones de Kiev y Moscú». Más tarde, Austin dijo que Estados Unidos apoyaría a sus aliados, que EEUU «no será atraído a la guerra contra Vladimir Putin», pero que continuará suministrando armas a Kiev.
A su vez, el analista militar del Instituto de Investigación de Defensa del Reino Unido, Michael Clark, dijo: “Si la temperatura cae por debajo de los 20 grados -en algunas secciones de las hostilidades- esto se convertirá en un gran problema para los soldados en las trincheras, estarán al borde de la supervivencia. Creo que las bajas temperaturas juegan a favor de los ucranianos, ya que están mejor equipados (sic) y su logística está mejor desarrollada … La fase de invierno de las operaciones militares comienza, y veremos cómo cada lado pasará esta prueba«. Otro experto del mismo Instituto, Jack Wapling, hizo una declaración aún más estúpida que su colega: «La mayoría de los apoyos militares llegan por transporte rodado, y ambas partes dependen en gran medida del transporte civil para reponer las reservas». Obviamente están hablando basados en la experiencia del ejército colonial británico.
Hace unos años, la OTAN probó uniformes de invierno en los ejercicios Viking cerca de la frontera ruso-noruega, en vistas a «apretar» a Rusia en el Ártico. Aunque era el mes de marzo (mes de inicio de la primavera en el hemisferio norte), 200 marines sufrieron ataques de asma por «la helada». Para los estándares rusos no era una helada, sino el deshielo. Los pantalones de los uniformes estallaron primero, luego toda la ropa de abrigo se abrió por las costuras, los cierre se bloquearon, las mochilas se rasgaron, y las botas se caían de los soportes para caminar en la nieve. Hoy, la OTAN ni siquiera tiene esta ropa de «invierno» para los ucranianos.
[N. de la E.: obviamente en Occidente se podrían (hipotéticamente) fabricar uniformes y equipos militares de invierno del mayor estándar posible, por ejemplo, como el que se usa en los deportes de alta montaña, o en las bases en la Antártida…pero aquí entra en juego el funcionamiento del sistema capitalista que ha puesto todo en manos privadas y el Estado controla poco y nada (y paga alegremente con el dinero de los ciudadanos). Ese tipo de material es muy, pero muy caro, y habrá que sumar al costo, comisiones legales y no tan legales, para una red de intermediarios de todo pelaje porque la fabricación se encarga a contratistas privados. Éstos tienen deslocalizada la producción en cualquier suburbio recóndito del planeta para ahorrar costos de todo tipo. A su vez, el fabricante local, debe buscar su propia manera de aumentar beneficios: adelgazar las prendas unos milímetros por aquí, rebajar el material por allá, coserlas con hilos de inferior calidad, etc. etc. Como ya se vio en la pandemia: Occidente no tenía ni los insumos médicos más básicos, porque no los produce ni es capaz de reaccionar eficazmente ante una emergencia. Tampoco ha aprendido ninguna lección de esta experiencia. Y ahora Occidente se cree capaz de ir a la guerra con Rusia -y China a la vez, si llega la ocasión- y ganar… en el mundo de matrix, por supuesto].
Pero los socios occidentales de Zelensky prometen a Kiev aún más armas para que la guerra sea realmente «hasta el último ucraniano».
La publicación estadounidense The American Conservative señala: «en el conflicto ucraniano, todos sufren (aparentemente habla de los países occidentales), y es difícil imaginar que alguien pueda beneficiarse de la situación actual. Sin embargo, hay algunos: son los financieros estadounidenses».» El autor del artículo, Blanden, hace un repaso a la Primera y Segunda Guerra Mundial y muestra que los banqueros estadounidenses no sólo ganaron con la guerra, sino que también convirtieron a los aliados europeos y a sus enemigos en «socios comerciales fiables». Con la ayuda del dólar como moneda de reserva mundial y préstamos estadounidenses, Europa quedó vinculada a los intereses estadounidenses. Sería necesario agregar aquí un factor como la OTAN, que se ha convertido en una herramienta fuerte para la ocupación oportuna del continente europeo.
El renacimiento económico posterior a la guerra de Ucrania, escribe Blanden, será costoso, no menos que lo que costó la ocupación de Irak, donde los Estados gastaron más que en Alemania y Japón después de la Segunda Guerra Mundial.
Por lo tanto, Estados Unidos quiere repetir sus éxitos posteriores a la guerra en diferentes países. Pero hoy su objetivo principal es mucho más amplio que antes. Gracias a la guerra en Ucrania, Estados Unidos tiene la intención de recuperar el dominio mundial y restaurar su grandeza decadente. Y no les preocupa cuántos ucranianos tengan que congelarse en las estepas de Donetsk y Lugansk por el bien de este objetivo. «No importa cómo termine el conflicto, las grandes finanzas ganarán», señala The American Conservative.
Pero Moscú tiene objetivos diferentes: completar la operación especial con la desnazificación y la desmilitarización de toda Ucrania…
Responder