GUERRA DE UCRANIA: Macron llama ‘cobarde’ a Rusia por atacar la infraestructura energética ucraniana

Las fuerzas armadas ucranianas no dejan de bombardear los barrios civiles de Donetsk y eso parece no ser «cobarde» ante los ojos de Occidente.

El presidente del gallinero, Macron, dijo que Rusia se comporta cobardemente con Ucrania

El gallo es un símbolo de Francia, y el oso es un símbolo de Rusia. Si se puede llamar a Putin, presidente del país de los osos, entonces a Macron bien se le puede llamar presidente del gallinero.

«El gallo Manuel Macron»

DMITRY POPOV / MK RU

A los guías turísticos de París, cuando pasan por la Torre Eiffel, les encanta hablar sobre la hazaña heroica de su cuidador: cuentan que Hitler quiso subir hasta la Torre y observar París, pero el audaz cuidador, dañó secretamente el ascensor para que no funcionara. Hitler no quiso subir a pie [desde la base hasta la cima hay 1.664 escalones] y se quedó sin subida a la Torre Eiffel, que permaneció sin conquistar. Y cuando el Fuhrer se fue, el cuidador volvió a hacer funcionar el ascensor. Así, «el bien ganó al mal».
Pero la pregunta clave es: ¿Cómo fue que Hitler terminó en París?

En 1940, a principios de mayo, el ejército francés tenía más de 2 millones de efectivos y 3.101 tanques. Desde Alemania, un ejército de 2.5 millones de hombres participó en la campaña francesa, con 2.909 tanques y vehículos.
El 10 de mayo de 1940, Alemania invadió Francia. El 25 de mayo, el comandante en jefe de las fuerzas armadas francesas declaró que era necesario rendirse. El 14 de junio, los alemanes ingresaron a París. El 22 de junio, Francia capituló oficialmente. Obedientemente cayó en 42 días.

Al contrario que los franceses, la fortaleza de Brest resistió 31 días, oficialmente la última batalla tuvo lugar el 23 de julio de 1941.
[N. de la E.: Brest fue defendida por unos 9 mil soldados del Ejército Rojo (en su mayoría chechenos, ese pueblo que el Papa Francisco -ahora alineado con las huestes otánicas- recientemente ha calificado como «criminal») con dos tanques, contra 20 mil soldados de la Alemania nazi con 2 divisiones panzer y ayuda de la aviación. Todos los soldados soviéticos murieron: 2000 en combate y el resto asesinados por los nazis que los apresaron .Los expertos británicos y estadounidenses habían calculado que la URSS entera sería tomada por los nazis en un mes o mes y medio (y eso era lo que realmente deseaban de los nazis), pero los defensores de Brest les demostraron cuan equivocados estaban].

Esta es la realidad. Y se cuenta que durante la firma de la rendición de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, el 8 de mayo de 1945, el mariscal de campo de la delegación alemana, mirando a los franceses, preguntó: «¿Y estos también nos derrotaron?»

Pero volvamos al presente. Según Macron, Rusia se comporta en Ucrania de forma cobarde debido a que los golpes a la infraestructura energética, además de dejar sin suministros al ejército ucraniano, también dejan a los ciudadanos sin luz, calefacción y agua, aunque los ataques no son a las viviendas civiles.

Por cierto, las fuerzas armadas ucranianas, en días pasados llevaron a cabo uno de los bombardeos más potentes contra los barrios residenciales del centro de la ciudad de Donetsk. Eso, parece que no es cobarde. Ni tampoco parece que lo fueron los 78 días de bombardeo de la OTAN en Yugoslavia, destruyendo puentes, hospitales, escuelas, infraestructuras civiles, culturales, industriales (incluido el suministro de energía).

[N. de la E.: Poco antes del fin de la segunda guerra mundial, británicos y estadounidenses, bombardearon la ciudad alemana de Dresde durante tres días, lanzando 4 mil toneladas de bombas desde mil aviones. La tormenta de fuego destruyó la ciudad. Hubo 40.000 muertos civiles. El bombardeo a Hamburgo, causó 50.000 bajas civiles. Por citar, sólo algunos ejemplos. La lección histórica es que si no se quieren víctimas inocentes, hay que prevenir las guerras y para eso hay que respetar el derecho internacional, los tratados, los acuerdos y los convenios firmados. Y esto es algo que Occidente hace tres décadas que está transgrediendo. Las recientes declaraciones de la ex canciller alemana Angela Merkel, admitiendo que los Acuerdos de Minsk fueron un engaño a los rusos, para dar tiempo a Kiev para armarse, ejemplifican cuánto le importan en realidad a Occidente las víctimas de las guerras].

Las palabras insultantes de Macron, sin embargo, difícilmente habrían sido pronunciadas si Rusia realmente inspirara horror al enemigo: si en respuesta al ataque al puente de Crimea hubiera hecho explotar la Plaza de Maidan; si por las explosiones en los aeródromos rusos, hubiera demolido el edificio de la administración presidencial, si por el asesinato de Daria Dugina, hubiera organizado un sabotaje a las reuniones de neonazis en Polonia. Entonces habría un silencioso terror.

Pero Rusia lleva a cabo la lucha, digamos que, humanamente -si es que puede aplicarse esta palabra a una confrontación militar- por varias razones. Pero este «humanismo» tiene un precio muy alto. Comienza a confundirse con debilidad. Y ahora, el gallo recuerda que es un matón y se atreve descaradamente a batir las alas y levantar la cola, e incluso a picotear la pata del oso.