CRISIS EN EL CÁUCASO: Azerbaiyán ataca a Armenia. Erevan pide ayuda a Rusia
Después del ataque de Azerbaiyán a Armenia en 2020, las tropas de paz rusas están asegurando el enclave en disputa de Nagorno-Karabaj. El ataque ahora se ha dirirgido al centro de Armenia. En el mes de julio pasado la UE convirtió a Azerbaiyán en «proveedor confiable» de energía para sustituir a Rusia.
Azerbaiyán comenzó ataques al centro de Armenia, dando como excusa supuestos «intentos de sabotaje» por parte de los armenios

En las primeras horas del martes de esta semana, Azerbaiyán lanzó un gran ataque contra Armenia, no en el territorio en disputa de la República de Artsaj -que está reconocida internacionalmente sólo por Abjasia, Osetia del Sur y Transnistria- sino contra posiciones militares cerca de las ciudades de Goris, Sotk y Dschermuk. Según la información armenia, se utilizaron artillería y armas de gran calibre y al menos murieron 49 soldados. «El enemigo intenta avanzar», dijo el Ministerio de Defensa desde Erevan, el martes. El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, pidió una «reacción razonable de la comunidad internacional» en llamadas telefónicas al Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y al presidente de Francia, Emmanuel Macron.
El gobierno de Azerbaiyán dijo que un «intento de sabotaje a gran escala» desencadenó el ataque.
Pashinyan en primer lugar llamó al presidente ruso Vladimir Putin. Después del ataque de Azerbaiyán a Armenia en el otoño de 2020, Moscú está a cargo de las negociaciones para lograr un acuerdo trilateral que ponga fin a las hostilidades. Desde entonces, las tropas de paz rusas están asegurando el enclave en disputa de Nagorno-Karabaj. El martes a primera hora de la mañana, el gobierno ruso pudo negociar un alto el fuego con las dos partes del conflicto, a partir de las nueve en punto, hora de Moscú. Se espera que esto sea «completamente cumplido», según una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso que está en contacto con ambos lados.
El Fiscal General Armenio deduce que Azerbaiyán había planeado el ataque por adelantado, según informó la Agencia Armenpress de Armenia. La información recopilada mostró que Bakú «creó razones artificiales para la agresión durante un largo período de tiempo». Además, no sólo las posiciones militares fueron golpeadas, sino también casas e infraestructura, y varios civiles fueron heridos.
Azerbaiyán, a su vez, dio su versión de los hechos y recibió el respaldo de su aliado, Turquía. Ankara le pidió a Armenia que «detuviera sus provocaciones». El Ministro de Defensa turco Hulusi Akar enfatizó, según Reuters, «que Turquía siempre ha estado junto al fraternal Azerbaiyán y continuará ayudándolo en sus asuntos justos».
En cambio Macron pidió respeto a la integridad territorial de Armenia. Francia enviará la situación al Consejo de Seguridad de la ONU, que actualmente preside, y espera una declaración del Consejo, según dijo la presidencia francesa.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, cuyo país limita con Armenia y Azerbaiyán, también advirtió sobre otra escalada después de una llamada telefónica con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan. La agencia estatal iraní de noticias IRNA dijo que la región no puede soportar ninguna guerra más.
En Berlín no hubo reacción. «El silencio del gobierno federal ante la ruptura del alto el fuego en el Cáucaso es escandaloso y una vez más atestigua los dobles raseros de la coalición de gobierno», dijo Sevim Dagdelen, la responsable de política internacional del grupo parlamentario Die Linke.
Recientemente, la UE acaba de convertir a Azerbaiyán en «proveedor confiable» de energía para sustituir a Rusia.
La situación en la región fronteriza permaneció «extremadamente tensa» en la tarde, como anunció el Ministerio de Defensa armenio desde la capital Erevan.
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