UCRANIA – BIOLABORATORIOS: Rusia halla documentos que implican al hijo de Biden
El Fondo de inversión dirigido por el hijo de Biden está involucrado en la financiación de laboratorios militares en Ucrania
El responsable científico es el centro nuclear de los Estados Unidos en Los Alamos
FUENTES: SOZCU BUSINESS AA.COM
El Comandante de las Fuerzas de Defensa Química y Biológica del Ejército ruso, el general Igor Kirillov, dijo en una conferencia de prensa, este jueves, que los registros hallados en los laboratorios en Ucrania sugieren que fueron financiados por una empresa de Hunter Biden, hijo del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
El Fondo de Inversión Rosemont Seneca dirigido por Hunter Biden, hijo del presidente de EEUU Joe Biden, participa en la financiación del Programa Biológico Militar del Pentágono en Ucrania. El Fondo tiene unos recursos de al menos 2.400 millones de dólares.
El Departamento de Defensa de EEUU, la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID), la Fundación George Soros, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también brindan apoyo financiero al Programa del Pentágono, según explicó el Ministerio de Defensa de Rusia.
El general Igor Kirillov, dijo que “al mismo tiempo, el Fondo tiene una estrecha relación con los principales contratistas del Pentágono, como Metabiota, que junto con Black and Veatch , es el principal proveedor de equipos para los biolaboratorios del Pentágono, en todo el mundo”.
Kirillov dijo que el Centro Nuclear de Los Alamos, donde se desarrolló la primera bomba atómica estadounidense, es uno de los responsables científicos del Programa Biológico Militar del Pentágono en Ucrania.
“Se registraron en 14 ubicaciones en Ucrania 30 laboratorios donde se llevaron a cabo actividades biológicas militares a gran escala. El acuerdo [para estas actividades] fue firmado por el subsecretario del Consejo Ucraniano de Ministros, Viktor Polishchuk. El documento fue un acuerdo de cooperación en tecnologías e información, que se pueda usar en el desarrollo de armas biológicas y la propagación de patógenos. En el documento, del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, se define una lista de objetos biológicos, así como un departamento de reducción de amenazas. Esto amenaza la seguridad biológica de todas las regiones donde se prueban los patógenos, no sólo a Ucrania. Enviar patógenos de Ucrania a los países europeos puede llevar a la muerte de las personas y a la desestabilización del estado epidemiológico global.”
Las muestras biológicas fueron enviadas a Georgia, Inglaterra y Alemania
Kirillov dijo, sobre el funcionamiento de los laboratorios en Ucrania, que «exportaron al menos 16 mil muestras biológicas desde Lviv, Kiev, Odessa y Jarkov. Se probaron en 4.000 militares anticuerpos de hantavirus y del virus hemorrágico Crimea-Congo«.
Kirillov indicó que luego las muestras se eliminaron de los laboratorios en Ucrania, «se enviaron más de 10 mil muestras a Georgia. Entre los destinatarios también hay laboratorios de referencia del Reino Unido y el Instituto Löffler en Alemania«. [N. de la E.: El Instituto Friedrich Loeffler es el Instituto Federal de Salud Animal de Alemania, y desde 2010 tiene instalaciones de laboratorio de Bioseguridad Nivel 4, que permiten actividades de investigación sobre los virus más peligrosos; entre las enfermedades más conocidas que investiga están la FMD, la enfermedad de las vacas locas y la gripe aviar ].
Kirillov, dijo que las muestras biológicas recolectadas por el Pentágono son utilizadas por las empresas farmacéuticas, y «este tipo de enfoque necesariamente debe tener el consentimiento de la administración estadounidense. Es la norma para grandes compañías farmacéuticas. Por ejemplo, en 2010, las autoridades indonesias terminaron con las actividades del Centro Médico de la Armada de los EEUU en Yakarta debido a una gran cantidad de violaciones de las normas. Los Estados Unidos llevaban a cabo estudios fuera del marco del programa de investigación que se había acordado en esa instalación, realizaron pruebas biológicas y se negaron a informar al gobierno indonesio sobre los resultados obtenidos”.
En la conferencia de prensa del jueves de la semana pasada, el general Kirillov, dijo que en Ucrania se habían estado llevando a cabo experimentos con virus en el marco de los proyectos P-382, P-444 y P-568 y uno de los supervisores de los mismos fue la jefa de la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa, de la Embajada de los Estados Unidos en Kiev, Joanna Wintrall.
Durante los experimentos, se eligieron seis familias de virus, incluidos coronavirus y tres tipos de bacterias patógenas: peste bubónica, brucelosis y leptospirosis, dijo Kirillov, citando los documentos. Estos patógenos fueron elegidos porque tienen focos naturales tanto en el territorio de Ucrania como en Rusia, y su uso puede disfrazarse como brotes naturales de enfermedades, dijo.
Además, estos patógenos y virus son resistentes a los medicamentos y tienen una tasa rápida de propagación de los animales a los humanos, señaló.
Kirillov recordó que en 2018, los habitantes de las regiones de Donetsk y Lugansk en Ucrania se enfrentaron a un brote de tuberculosis causada por una nueva cepa resistente. Más de 70 personas se infectaron simultáneamente en la localidad de Peski, y casi todos los casos tuvieron un rápido resultado letal.
Luego recordó un brote de dirofilariasis, una enfermedad transmitida por los mosquitos, en la ciudad de Kherson , de Ucrania, en febrero de 2018, en una época del año que es anormal la aparición de estos insectos. A continuación hubo una visita de representantes del Pentágono a la ciudad en abril de 2019, donde se familiarizaron con los resultados de la investigación epidemiológica y la documentación médica recopilada. «Esto puede indicar una infección deliberada, o una fuga accidental del patógeno de uno de los laboratorios biológicos ucranianos», dijo Kirillov.
El 10 de marzo, el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que había obtenido documentos que indicaban que los laboratorios biológicos patrocinados por Estados Unidos en Ucrania realizaron experimentos con muestras de coronavirus de murciélagos.
Los registros recuperados por Rusia confirmaron que estos biolaboratorios también investigaron la transmisión de patógenos por medio de las aves silvestres que viajan entre Ucrania y Rusia, así como a otras naciones fronterizas.
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