ÓMICRON -ORIGEN: Un estudio halla evidencia que la variante evolucionó en ratones

Un grupo de científicos de la Academia de Ciencias de China, de Beijing, analizó las mutaciones genéticas de la variante Ómicron del SARS-CoV-2 que la diferencian del linaje B.1.1. (Alfa), para conocer si se originó en humanos o en otro huésped mamífero. Las conclusiones del estudio fueron publicadas el pasado 14 de diciembre en Science.

Los científicos observaron que «la proteína pico de Ómicron se sometió a una selección positiva más fuerte que la de cualquier variante de SARS-CoV-2 informada que se sepa que evoluciona de manera persistente en huéspedes humanos, lo que sugiere la posibilidad de un salto de huésped». Además, encontraron que el espectro de mutaciones «adquiridas por el progenitor de Ómicron fue significativamente diferente del espectro de los virus que evolucionaron en pacientes humanos pero se asemejó a los espectros asociados con la evolución del virus en una célula de ratón».

El espectro molecular de las mutaciones de Ómicron previas al brote es incompatible con una historia evolutiva en humanos, señala el estudio.

Además, dicen los investigadores, «las mutaciones en la proteína de pico de Ómicron se superpusieron significativamente con las mutaciones del SARS-CoV-2 que se sabe que promueven la adaptación a los hospedadores de ratón». Y concluyen que «nuestros resultados sugieren que el progenitor de Ómicron saltó de humanos a ratones, rápidamente acumuló mutaciones conducentes a infectar a ese huésped y luego regresó a humanos, lo que indica una trayectoria evolutiva entre especies para el brote de Ómicron».

El estudio de las variantes, dicen los investigadores, sugiere que el progenitor de Ómicron se separó del linaje B.1.1. a mediados de 2020 y que las versiones intermedias de Ómicron han pasado casi desapercibidas, según el estudio. «Ocasionalmente -dicen los científicos- se informaron versiones intermedias de Ómicron. Por ejemplo, una variante del SARS-CoV-2 (EPI_ISL_7136300) fue recolectada por el Laboratorio de Salud Pública de Utah el 1 de diciembre de 2021, que albergaba 32 de las 45 mutaciones de Ómicron previas al brote».

Los investigadores estudiaron las mutaciones de la variante Ómicron para rastrear sus orígenes en el hospedador más cercano. Así, descubrieron » una trayectoria en la que el progenitor de Ómicron experimentó un evento zoonótico inverso de humanos a ratones en algún momento durante la pandemia -probablemente a mediados de 2020- y mutaciones acumuladas en un ratón hospedador durante más de un año antes de volver a los humanos a fines de 2021″.

La adaptación de Ómicron a ratones también promovió su adaptación a otras especies, como humanos, camellos, y cabras, dice el estudio. Una vez que una variante del SARS-CoV-2 adquiere la capacidad de infectar a un nuevo huésped, puede acumular mutaciones en este nuevo reservorio animal y se vuelve transmisible a otro huésped, explican los investigadores.

El estudio señala «que los seres humanos representan el reservorio más grande conocido de SARS-CoV-2 y con frecuencia entran en contacto con otros animales, incluidos animales de ganado, mascotas o animales salvajes que invaden hogares en busca de alimento y refugio. Dada la capacidad del SARS-CoV-2 para saltar a través de varias especies, parece probable que las poblaciones globales enfrenten variantes adicionales derivadas de animales hasta que la pandemia esté bien bajo control. Por lo tanto, nuestro estudio enfatiza la necesidad de vigilancia viral y secuenciación en animales, especialmente aquellos en contacto cercano con humanos».