ALEMANIA – POBREZA RÉCORD: Una de cada seis personas no tiene de qué vivir

El Estado peor parado es Bremen con un 28,4 % de pobres; Berlín, Sajonia, y Mecklemburgo-Pomerania Occidental, también se destacan con tasas de pobreza de alrededor del 20%.
Los hogares con tres o más hijos (30,9 %) y las familias monoparentales (40,5 %) siguen siendo los más afectados por la pobreza. Los desempleado (52 %) y las personas con baja formación formación educativa (30,9 %) son otros de los grupos muy afectados. Los inmigrantes (27,9 %) y personas sin ciudadanía alemana (35,8 %) también pertenecen a los sectores muy afectados. En 2019, el 8 % de las personas con empleo eran pobres, ahora la cifra llega al 8,7%. Entre los autónomos la cifra de pobres ha escalado del 9% en 2019 hasta el 13% en 2021.

Consecuencias sociales de la pandemia: las medidas del gobierno apenas ayudan

Informe Pobreza 2021: Pobreza Récord: 13,4 millones de afectados

BERND MÜLLER / JUNGE WELT

La proporción de personas pobres en la República Federal Alemana aumentó casi continuamente desde 2006, y alcanzó su punto máximo –según cálculos provisionales hasta la fecha – en la pandemia: en Alemania una persona de cada seis, o dicho de otro modo, el 16.1 %, es pobre.

Este amargo resultado fue publicado por la Deutscher Paritätischer Wohlfahrtsverband, (Asociación Alemana para el Bienestar General),a mediados de diciembre. Los Estados federados alemanes del este (la antigua RDA) son los más afectados.  

Cada vez más a menudo, ser pobre significa permanecer en la pobreza. Esto ahora se puede decir de alrededor del 44 % de todos los pobres, según anunció la Oficina Federal de Estadística en marzo. La cifra indica que la proporción de personas permanentemente pobres desde 1998, se ha más que duplicado.

En mayo, los centros de Cáritas ya habían recibido un 40% más de solicitantes de ayuda. Además de los solicitantes habituales de ayuda básica, hubo mayormente trabajadores temporales y autónomos. Hubo más personas, que necesitaban apoyo, pero no acudieron presencialmente a los centros debido a la pandemia. Principalmente necesitaban alimentos frescos como frutas y verduras. Muchos, simplemente no podían permitirse una dieta equilibrada. La situación podría agravarse, dado que el aumento de precios reduce el presupuesto mensual disponible y la inflación se ceba en los precios de los alimentos. Por lo tanto, se espera que la afluencia de solicitantes de ayuda aumente significativamente en los próximos meses, según los responsables de Cáritas.

Tener trabajo asalariado ya no otorga la protección contra la pobreza que antes proporcionaba. Hay muchos empleados con salarios bajos, y con sus ingresos no pueden salir de la pobreza.  Según la Oficina Federal de Estadística, más de una quinta parte de todos los trabajadores  tuvieron que aceptar salarios de menos de 12.27 euros por hora, en abril. Esto afectó a alrededor de 7.8 millones de hombres y mujeres. 860.000 de ellos tuvieron que solicitar ayudas sociales para completar sus ingresos: fueron los que entregaron paquetes en la temporada navideña desde la mañana hasta la noche; repusieron estanterías en los supermercados durante la pandemia; llevaron la comida o las compras directamente a la seguridad del hogar, explicó la vicepresidente del grupo de La Izquierda en el Parlamento, Susanne Ferschl. Estos trabajadores temporales fueron atraídos por un salario mínimo más alto, que actualmente, es de 9.60 euros por hora y, de ninguna manera, protege a las personas de la pobreza.

Las medidas para frenar la pandemia no golpearon a toda la sociedad por igual. Mientras que los funcionarios públicos y jubilados sufrieron pocas pérdidas económicas, los más perjudicados fueron los trabajadores de la empresa privada, y en particular, aquellos que ya tenían un empleo precario con ingresos mensuales de menos de 900 euros netos.

Los trabajadores autónomos también resultaron muy afectados. El 37 % de todos los autónomos y el 44 % de los autónomos unipersonales, tuvieron que hacer frente a las pérdidas de ingresos. Más de una quinta parte de ellos tuvieron que reducir su tiempo de trabajo por las restricciones de la pandemia.  Como resultado, los autónomos que tienen ingresos mensuales de menos de 1.500 euros, perdieron entre el 5 y el 11 %. Entre los autónomos unipersonales, las pérdidas fueron del orden del 17 al 23 %.  

«Incluso antes del comienzo de la pandemia, las personas de bajos ingresos ya estaban afectadas por las consecuencias económicas de una crisis desigual,» explicó Susanne Ferschl.  

Si  los  ingresos salariales ya no alcanzaban para vivir, las ayudas proporcionales que recibieron durante los cierres decretados por la pandemia, para reemplazar el salario, o el desempleo que les correspondía, fueron a todas luces insuficientes.

Las personas que dependen del salario mínimo, ni siquiera han recibido una ayuda de emergencia. El hecho de que fueron ignorados en gran medida por el gobierno federal también ha sido confirmado en su informe por la Asociación Alemana para el Bienestar General, que afirma que la mayoría de las medidas de gran calado se han centrado en las personas que hasta entonces no dependían de las coberturas al desempleo.

La Asociación Alemana para el Bienestar General, identifica algunos ejemplos de cómo las personas pobres fueron ignoradas por la política de crisis del gobierno de Merkel. Ya sea en el equipamiento con  computadoras para los escolares que debían seguir las clases desde sus domicilios, los múltiples gastos obligatorios como el uso de la máscara, o la eliminación de otro tipo de ayudas.  En enero de 2021 se sabía que la obligación de usar máscara suponía una significativa carga económica adicional para las personas pobres, y “para aquellos que ya vivían en la pobreza, la necesidad se volvió mayor y la exclusión se hizo más dura – dice el informe – y  la política para los pobres en la pandemia fue de ‘pobreza para los pobres’ “.