PANORAMA MUNDIAL: Una nueva alianza anglosajona y una alianza euroasiática en ascenso

El editor de The Saker, un blog de política internacional, suele ofrecer a final de año un análisis del panorama mundial que deja el año saliente. Los acontecimientos recientes, que The Saker califica de “impresionantes”, han hecho que a finales del pasado septiembre, ya presentara un adelanto bajo el título de “Grandes, grandes cambios, en el futuro cercano”.

La lista de The Saker enumera los siguientes puntos principales: el cambio de aliados de EEUU –con el episodio de los submarinos australianos como reflejo –; la creciente inutilidad de los BRICS –que en su momento despertaron tantas ilusiones y expectativas –; el fortalecimiento del bloque euroasiático encuadrado en la Organización de Cooperación de Shanghai – a la cual se acaba de incorporar Irán como miembro de pleno derecho – y el (prolongadísimo) colapso del Imperio.  

EEUU cambia de aliados: el caso de los submarinos australianos

La venta de submarinos nucleares del tándem EEUU/Reino Unido a Australia indican “nada menos que un gran cambio de juego” y “también es sólo la punta de un gran iceberg”, señala la nota.

A mediados de septiembre estalló una crisis diplomática entre Francia y Australia, cuando Canberra decidió cancelar unilateralmente y sin previo aviso un contrato de 56.000 millones de euros con la compañía estatal francesa Grupo Naval, para la construcción de submarinos y anunció la creación del acuerdo AUKUS, en el que se prevé la construcción de una nueva flota de submarinos fabricados por Estados Unidos.

Australia dijo que descartaba el acuerdo firmado en 2016 por el cual la compañía estatal francesa construiría 12 submarinos convencionales y en su lugar comprarían al menos 8 submarinos de propulsión nuclear con tecnología estadounidense y británica, tras establecer un tratado de seguridad trilaterial.

Como era lógico París montó en cólera –no era para menos, además teniendo en cuenta la crisis que atraviesa el sector de la construcción naval europea – , calificó la cancelación del acuerdo como “una puñalada en la espalda” y Francia llamó a consultas a sus embajadores en EEUU y Australia.  El ministro francés de Exteriores acusó a EEUU y Australia de «mentir», habló de «una ruptura grave de confianza» con sus «antiguos aliados estadounidenses y australianos” y que esa actitud “tendrá influencia en la evaluación de la estrategia futura de la OTAN”.

Si en lugar de Macron –quien sí tiene mano dura con los Gilets jaunes – el ejecutivo francés estuviera liderado por De Gaulle y hasta por Mitterrand, Francia no se hubiera dejado humillar de esa manera. Al respecto, el editor de The Saker – que no es francés ni europeo – escribe “probablemente Macron no esté haciendo lo único que Francia debería haber hecho después de lo sucedido: dejar la OTAN, y dando un fuerte portazo. 

De todos modos, a EEUU no le ha preocupado molestar a Francia, simplemente “ha echado por la borda a un aliado poco útil”. The Saker, dice que “Estados Unidos parece haber dado por perdida de facto a Europa, no sólo porque el Reino Unido se fue de la UE, o porque la UE se está derrumbando y es inmanejable de todos modos, sino porque el control político que Estados Unidos tenía en el continente ahora se está deslizando claramente: la OTAN es un tigre de papel”.. ya que “Rusia ha hecho un esfuerzo titánico para desarrollar capacidades que hacen que un ataque a la Federación sea suicida para cualquier país, incluido EEUU, ya sea que se trate de armas nucleares o no”.

La alianza anglosajona: la única opción del Imperio

Según el análisis de The Saker, EEUU está llevando a cabo “una retirada inteligente”. Están “cortando todos los pesos imperiales inútiles  y optando por la opción más pequeña, pero más fuerte, probablemente la única opción que le queda al Imperio”. Es la opción de los Five Eyes (Cinco Ojos) la alianza anglosajona: EEUU-Reino Unido-Australia-Canadá-Nueva Zelanda.

Retomando el tema de los submarinos: Australia, respondió que comprendía “ la profunda decepción de Francia con nuestra decisión, que fue tomada de acuerdo con nuestros claros y comunicados intereses de seguridad nacional».

Analicemos de qué habla Australia cuando se refiere a “intereses de seguridad nacional”. Evidentemente habla de China. Según explica The Saker “a pesar de su inmenso progreso desde los años 80 y 90, China todavía tiene dos grandes puntos débiles tecnológicos: motores de avión y submarinos nucleares. Da la casualidad de que éstos también son dos puntos fuertes reales de Estados Unidos. Al implementar 8 submarinos nucleares más –los que ha comprado Australia –  cerca de China, EEUU está maximizando el uso de sus mejores activos y perjudicando a China donde más le dañará”.

Los submarinos nucleares de Australia no sólo son un peligro para China, sino también para Rusia. Obviamente, los anglosajones están intentando crear una “OTAN” en Asia, algo que China y Rusia debieron ver venir hace tiempo. Los chinos ya informaron a los australianos que ahora son un objetivo legítimo y los rusos  hicieron comentarios generales de desaprobación.

Rusia y China deberán hacer frente juntas a la nueva amenaza. Según explica el editor de The Saker, “los últimos submarinos nucleares rusos son al menos tan buenos, si no mejores, como la última clase de los estadounidenses”, pero Rusia “no tiene el número necesario ni los fondos para construirlos”, pero “China podría aportarlos”.

“En términos puramente militares, hay muchas opciones diferentes para lidiar con esta amenaza, las que elegirán China y Rusia se harán evidentes bastante pronto, porque es mucho mejor hacer algo para evitar que la entrega tenga efecto, que lidiar con ocho submarinos de ataque más avanzados”, explica la nota, lo cual no se sabe si es más preocupante o tranquilizador.  

Los BRICS a punto de volverse inútiles

Los BRICS era un concepto económico, principalmente una alianza de países (más) débiles contra las grandes potencias económicas y militares del Norte y del Oeste. Pero no es probable que nadie  disuelva formalmente algo que para empezar ya era una alianza bastante informal, aunque de hecho, los BRICS parecen estar perdiendo gran parte de su antiguo glamour y las ilusiones que despertaron, explica The Saker

“Brasil está actualmente dirigido por Estados Unidos e Israel. Sudáfrica está atravesando una profunda crisis. En cuanto a India, está haciendo lo que ha estado haciendo durante décadas: tratar de jugar en todos los lados mientras intenta debilitar a China. Los BRICS se están convirtiendo en sólo la alianza “RC” (RUSIA-CHINA) que en realidad tiene un nombre real: los chinos la llaman la Asociación estratégica integral de coordinación para la nueva era», describe la nota.

Efectivamente, en junio de 2019, China y Rusia acordaron “elevar sus relaciones a una Asociación estratégica integral de coordinación de la nueva era”. La decisión se tomó en una reunión celebrada en Moscú entre los presidentes Xi Jinping, y Vladimir Putin. Ambos  encomiaron el desarrollo de los lazos bilaterales en los últimos 70 años. Xi también exhortó a promover aún más la cooperación económica y comercial entre ambos países, fomentar la cooperación en proyectos estratégicos a gran escala y en los campos emergentes, y a impulsar la cooperación a nivel local, en economía y comercio, inversión, energía, tecnología, aeronáutica, interconectividad, agricultura y finanzas. También se comprometieron a presentar más opciones China-Rusia en los asuntos mundiales.

La alianza ruso-china ya es, por sí misma, más poderosa que los BRICS e incluso más poderosa que el Occidente unido (EEUU + OTAN + UE + etc.), dice The Saker

El bloque euroasiático está cambiando

“Si Biden fuera un agente secreto de Putin –dice The Saker – no podría haberlo hecho mejor de lo que hizo en Afganistán. Ahora, gracias a esa payasada general, los miembros (más) pequeños de la OCS -Organización de Cooperación de Shanghai- (Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán) ahora están muy preocupados por lo que sucederá a continuación”.

La OCS ó SCO -según sean las siglas en inglés o castellano de Organización de Cooperación de Shanghai- fue fundada en 2001 por China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. En 2017 se unieron India y Pakistán. La organización tiene como finalidad la seguridad regional (especialmente en temas antiterroristas y contra el narcotráfico), la cooperación económica y la cultural.

Uno de los aspectos más destacados de la XXI cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), celebrada en Tayikistán el pasado mes de septiembre, fue el ingreso de Irán como miembro de pleno derecho, lo cual debe haber producido más de un disgusto entre los políticos recalcitrantes de Occidente.

La membresía de Irán culminará 16 años de esfuerzos de Teherán para pasar de su estatus de observador a miembro. Afganistán, Mongolia y Turquía tienen actualmente la condición de Estados observadores. Recientemente, Qatar, Egipto y Arabia Saudita se agregaron como “socios de diálogo”.

La incoproración de Irán eleva el perfil y las expectativas de la Organización de Cooperación de Shanghai. Por otra parte, la OCS se enfrenta a su mayor prueba hasta ahora: mantener la estabilidad en Afganistán.

El colapso del Imperio de Occidente

El rápido colapso del Imperio occidental es muy peligroso para nuestro planeta. Pero también es una oportunidad de oro para que las naciones «de clase B»  finalmente recuperen su soberanía. Es cierto que EEUU todavía tiene mucho impulso, al igual que lo haría un avión que cae, pero el hecho es que 1) huyeron de Afganistán y 2) han recurrido a sus aliados anglosajones buscando quien comparta sus prioridades, escribe el editor de The Saker.

Al describir la situación en EEUU, explica que «EEUU es como un avión que, debido a la incompetencia del piloto y las luchas internas, se está rompiendo en el aire y sus pasajeros aún discuten sobre quién debería ser el próximo piloto, ya que eso podría marcar la diferencia. Algunos pasajeros continuarán discutiendo hasta que toquen el suelo. Otros se involucran en peleas a puñetazos en el aire aparentemente creyendo que si logran vencer al otro tipo, de alguna manera evitarán que la gravedad haga lo que hace. La realidad es simple. Un sistema que no es viable y que no puede reformarse a sí mismo -está demasiado ocupado con la autoadoración y culpando a los demás de todo-  sólo puede colapsar y, probablemente, incluso romperse. Sólo después de eso, EEUU -o como se llame/n el/los  Estado/s sucesores, se reconstruirá en algo totalmente diferente».