CRISIS ENERGÉTICA: Austria se prepara para una caída indefinida del sistema eléctrico en Europa

En su informe anual sobre amenazas estratégicas, el ejército de Austria considera que una caída generalizada, en toda Europa, del suministro de energía -y el siguiente colapso de las infraestructuras- es un «riesgo realista y al mismo tiempo subestimado». Tal evento se produciría en cualquier momento en los próximos cinco (sí, 5) años. El ministro del Interior ya firmó un acuerdo sobre prevención de apagones y el gobierno ha comenzado una campaña de preparación de la población recomendando aprovisionarse de combustible, velas, baterías, agua potable y alimentos en conserva. El ejército, hace un año y medio que ya ha estado haciendo maniobras para ser capaces de responder ante tal emergencia.

Austria prepara a la población para un apagón eléctrico indefinido

«¿Qué hacer si todo está parado?» reza el cartel de la campaña gubernamental austríaca


El gobierno comienza una campaña de información para concienciar a los ciudadanos de los peligros del apagón y les recomienda acumular provisiones. Las medidas de prevención de los grandes apagones eléctricos en Europa son claramente insuficientes

VILAWEB

El gobierno de Austria ha empezado a preparar a la población para una crisis eléctrica que implique un apagón indefinido y generalizado en Europa. De este modo, el ejecutivo que comanda Alexander Schallenberg quiere concienciar a los ciudadanos de un peligro cada vez más real. «La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo», ha declarado la ministra de Defensa, Klaudia Tanner. Según la agencia EFE, existen varias causas que podrían desembocar en este apagón continental, pero las principales podrían ser problemas técnicos o sobrecargas por picos de demanda que desestabilizen el sistema.

El gobierno ha comenzado una campaña de información, tanto en medios de comunicación como en las calles, que recomienda a los austríacos proveerse de los productos necesarios para “sobrevivir” al apagón. Entre los materiales y productos de supervivencia se encuentran combustible, velas, baterías, agua potable y alimentos en conserva. El Ministerio de Defensa ha señalado que tener reservas suficientes equivale a tener material para dos semanas de camping. Además, el ejército resaltó la importancia de cooperar con los vecinos y familiares para evitar que ningún ciudadano quede desprotegido o vulnerable.

Los peligros del apagón

En una sociedad cada vez más digitalizada y tecnológica, un apagón generalizado condicionaría prácticamente cualquier actividad, de la circulación en las calles a la conservación de comida o el uso de cualquier medio de comunicación como ordenadores, teléfonos o internet. Por tanto, el impacto económico, pero también en el día a día de la gente, es casi incalculable.

Por eso el gobierno ultima las medidas para hacer frente a esta crisis y se ha propuesto preparar y adaptar los cuarteles militares antes del 2025. El plan prevé que sean autosuficientes y, según ha declarado a Efe el teniente coronel Pierre Kugelweis, estos espacios militares servirían de base de apoyo a organizaciones civiles como bomberos y sanitarios.

En los últimos dieciocho meses, el ejército ha hecho maniobras en las que ha ensayado la respuesta a situaciones como un apagón generalizado, poniendo especial énfasis en mejorar la coordinación con la policía y más organizaciones.

“Un apagón es una amenaza con un gran impacto en la sociedad. Y es importante que todos los servicios de emergencia, como la policía, las ambulancias o los bomberos sigan funcionando. En caso de apagón, la labor principal de las fuerzas armadas es proveer y apoyar a las demás organizaciones de emergencia”, concluye el militar.

Los motivos del gobierno austríaco

El gobierno austríaco ha decidido alertar a la población sobre el posible apagón después de haber valorado varios incidentes recientes. Por un lado, la caída a nivel mundial de las redes sociales vinculadas a Facebook y, por otro, el aumento del precio de la electricidad y la escasez de combustible en Reino Unido. Además, monitorizan más variables como los problemas en ciertas cadenas de abastecimiento, como las relacionadas con los microchips y el encarecimiento de las materias primas.

El documento del Ejército austríaco sobre amenazas estratégicas

Efectivamente, el ejército de Austria ha hecho público el reporte anual sobre las amenazas estratégicas. Está escrito en lengua alemana y se puede descargar en la versión pdf .

Es un documento muy completo e interesante que incluye posibles amenazas futuras a la estabilidad y la seguridad de Austria y de la Unión Europea. Ha llamado especialmente la atención la explicación detallada que se hace de la posibilidad de que la red eléctrica europea no resista y esto origine un apagón generalizado e indefinido, posibilidad que se explica a partir de la página 313.

Para contextualizar este documento, es necesario tener en cuenta qué ha pasado con el coronavirus. La pandemia ha originado una situación en el mundo, y concretamente en Europa, inesperada y con importantes consecuencias para todos. Y esto ha hecho abrir los ojos a los responsables de seguridad, especialmente de países como Austria, cuya tradición es muy sólida en cuanto a la relación con el ejército.

Visto de la perspectiva española, se hace difícil entender que el ejército se preocupe de algo así, pero en Austria el ejército ha sido tradicionalmente una especie de columna vertebral del país cuando hay dificultades, como ha ocurrido durante la pandemia. Y prevenir situaciones complicadas socialmente desde una perspectiva profesional y apolítica es una de las tareas que realiza habitualmente.

De ahí el análisis sobre el apagón eléctrico. Pero sobre todo de ahí la decisión –que es en realidad de donde proviene el impacto de la noticia– de convertir rápidamente las bases militares en espacios autosuficientes que puedan sostener una parte de la infraestructura crítica, no sólo militar sino también civil, del país, en caso de apagón. Concretamente, como explica Der Standard, el diario de referencia de Viena, a más tardar en 2025 habrá cien cuarteles completamente autosuficientes gracias a la inversión urgente de noventa millones de euros. Estos cien cuarteles serán autosuficientes en suministro de energía, comida, calefacción, combustibles, agua y provisiones médicas.

La ministra de Defensa ha dicho: «La cuestión no es si habrá un apagón general, sino cuándo llegará.» Sus cálculos, los cálculos del informe, es que pasará durante los próximos cinco años.


Eso es lo que explica el documento, que detalla punto por punto, que el cierre de muchas fuentes de energía europeas coincidirá con la apertura de las conexiones eléctricas transfronterizas en 2025 y, por tanto, con una mayor dependencia eléctrica del exterior.

En los próximos meses y años, las últimas seis centrales nucleares alemanas y buena parte de las francesas –al menos, 13 reactores de los 57 existentes– se habrán apagado y Polonia habrá cerrado la mayor parte de las centrales de carbón. También se analizan posibles sabotajes o incidentes como el que hubo hace poco en una línea de alta tensión suiza y se tienen muy en cuenta los episodios cada vez más frecuentes de clima extremo, que originan sobrecargas muy repentinas en el sistema, como todos hemos comprobado.

Pero la parte más interesante del informe es la descripción que hace del impacto real de un posible gran apagón. Porque, partiendo de experiencias de apagones parciales, el ejército austríaco avisa: “Las medidas de prevención de los grandes apagones en Austria y en Europa son claramente insuficientes.” Porque la electricidad ha invadido espacios donde antes no estaba. Por ejemplo, ahora hay muchos edificios con puertas con códigos o alarmas que no se pueden abrir si se va la luz. O grandes instalaciones de transporte y reparto de agua que no funcionan sin electricidad, por lo que habría suministro de agua pero el agua no llegaría a donde debe llegar. Ni habría calefacción eléctrica. Y la fragilidad de la energía de emergencia en los edificios es muy grande.

La previsión que hacen en Austria es que esto ocurra estos próximos cinco años. Algunos se preguntan si no es demasiado alarmista, pero la mejor respuesta a esta pregunta es este fragmento del informe, delimita muy bien el porqué de esa preocupación y que parece un buen ejemplo de honestidad y de responsabilidad pública:

“La crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto lo que llevan años advirtiendo los expertos: la sociedad moderna apenas está preparada para crisis de gran alcance en la red e interrupciones del suministro. No sólo faltan equipos de protección y medidas de preparación realistas, sino sobre todo falta una comunicación de seguridad adecuada a la vida cotidiana que vaya más allá de la gestión inmediata de las crisis y aborde repetidamente las medidas preventivas y de autoaprovisionamiento necesarias para afrontar mejor los imprevistos y las incertidumbres. […] Si, como se prevé, ocurren nuevas crisis graves en los próximos años, podría haber trastornos sociales. Para evitarlo, sería necesaria una comunicación de seguridad abierta y honesta: la verdad es razonable para el pueblo.

«Las crisis que se pueden esperar requieren una gran autoeficacia y capacidad de autoorganización descentralizada porque nadie puede atender de urgencia a millones de personas. La estabilidad social, pues, sólo se puede mantener o reconstruir de abajo a arriba.”

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