PANDEMIA – CHINA: Decenas de funcionarios sancionados por negligencia en el control de la variante Delta
Desde el brote en Wuhan, a finales de 2019, en China ya hay más de 3.000 cargos públicos sancionados por un desempeño deficiente de sus funciones en el control de la epidemia. La sanción más grave es el cese fulminante, le sigue ser rebajados a un cargo de menor relevancia. La sanción mínima es una amonestación en la hoja de servicios, que dificultará el ascenso a puestos de responsabilidad. El pueblo aplaude estas medidas. Por su parte, los expertos del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que siendo un país tan extenso, diverso, con tanta población, sistemas administrativos diferentes y enormes fronteras -China tiene una frontera terrestre de 22.800 km, con 14 países, y frontera marítima con 6; casi 300 puertos, y 33 aeropuertos internacionales- «cualquier pequeño descuido o laguna en el control, podría arruinar los logros anteriores en el control de la epidemia». En Occidente, por el contrario, a los funcionarios públicos que han actuado de la manera más irresponsable, se los ha premiado. En España, el médico que en los medios de comunicación, a principios de 2020 afirmaba -cual Bolsonaro- que «le preocupaba más la gripe estacional que el nuevo coronavirus» y que «aquí no va a pasar lo mismo que en China porque tenemos un excelente sistema de salud pública» (como si China fuera un país sumido en el subdesarrollo, y no la potencia mundial que es), fue ascendido a miembro del equipo asesor del presidente Sánchez para la gestión de la pandemia. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad de España, y encargado de la lucha contra la pandemia, se hizo célebre por mentir descaradamente a la población diciendo que el uso de máscaras protectoras era «contraproducente», inventándose que lo decía la OMS. Luego admitió que había mentido porque en el país no había máscaras ni para el personal sanitario. En noviembre de 2020, la Asamblea del Consejo General de Colegios de Médicos de España, que agrupa a los 52 Colegios del Estado, solicitó el cese inmediato de dicho funcionario, «por su incapacidad manifiesta y prolongada a lo largo de la evolución de la pandemia por Covid-19». También se quejaban de «su ignorancia manifiesta de las condiciones de trabajo» a las que se vio sometido el personal sanitario (ausencia de equipos de protección individual, falta de pruebas diagnósticas, etc.). No sólo no fue cesado, ni dimitó, sino que fue premiado: ha recibido un galardón por «su lucha contra la pandemia de Covid-19». No sólo ha ocurrido en la Europa del sur -tradicionalmente tolerante con la incompetencia, la ineficacia y la negligencia- sino que en el manejo de esta pandemia la Europa del norte ha hecho grandes «progresos» para parecerse a sus vecinos del sur. Países Bajos y Chequia, van en cabeza en la carrera por el descenso.
China sanciona a 70 funcionarios negligentes en medio del brote de la variante Delta

La estricta disciplina del Partido mejora las habilidades de gestión de riesgos de los funcionarios, mucho más que el sistema bipartidista de EEUU.
ZHANG HUI – WAN LIN / GLOBAL TIMES
La provincia de Guangdong, en el sur de China, sancionó a 20 funcionarios locales ayer 12 de agosto por incumplimiento del deber, al lidiar con el brote local de COVID-19 durante los meses de mayo y junio, lo que la convierte en la última provincia en castigar a los funcionarios por su pobre desempeño en la lucha contra el coronavirus, que se considera una parte importante de la prevención de epidemias dinámica y flexible de China, que ha demostrado su eficacia en la lucha del país contra el virus.
Además de los de Guangdong, otros 50 funcionarios fueron castigados en localidades donde se vieron brotes relacionados con la variante Delta, incluidos Nanjing, Yangzhou y Zhengzhou, donde ha habido la cantidad más alta y el manejo más intenso de casos después del brote de Hubei en 2020.
Entre los 20 funcionarios de Guangdong castigados, 11 fueron destituidos de sus cargos, incluido el director de la Comisión Municipal de Salud de Guangzhou; el jefe y el subjefe del Partido, del distrito de Liwan de Guangzhou, donde comenzó la nueva ola de epidemia; y el jefe del Partido del Hospital Central de Liwan. Los otros nueve también recibieron advertencias, un demérito grave en su hoja de servicios, o bien fueron rebajados de cargo.
Guangzhou vio el primer brote de la variante Delta en China a fines de mayo, y el brote resultó en unos 150 casos en varias ciudades de Guangdong en 20 días. Según el organismo de control anticorrupción de Guangdong, se han revelado debilidades en el trabajo regular de prevención y control de epidemias y algunos funcionarios no han cumplido con sus deberes o los han descuidado.
Las sanciones en Guangzhou se producen cuando más de la mitad de las 31 regiones a nivel provincial de China continental están sufriendo una nueva ronda de brotes, descritos como los más graves desde el brote en Wuhan, después de que se descubrió por primera vez en julio, en Nanjing, en la provincia de Jiangsu, en China oriental. Desde el 20 de julio, el nuevo brote ha provocado que al menos 47 funcionarios sean castigados en ciudades como Nanjing y Yangzhou en la provincia de Jiangsu en China oriental; en Zhengzhou en la provincia de Henan en China central y Zhangjiajie en la provincia de Hunan en China central.
El resurgimiento relacionado con la variante Delta en China ha involucrado a 17 provincias y regiones, con más de 1.000 infecciones registradas hasta ahora. Aproximadamente la mitad se informaron en Yangzhou.
También este jueves, el principal organismo de control de la disciplina de China, la Comisión Central de Inspección Disciplinaria (CCDI) del Partido Comunista de China (PCCh), instó a una inspección estricta y al castigo por el incumplimiento del deber por parte de los funcionarios en el trabajo contra la epidemia del país, en un artículo publicado en su sitio web.
El CCDI dijo que los funcionarios deben ser responsables de las infracciones graves a fin de impulsar la implementación de responsabilidades en la prevención y el control de epidemias.
Desde el brote de Wuhan a fines de 2019, China ha prestado gran atención a responsabilizar a los funcionarios negligentes como parte de su estrategia integral para hacer frente a la epidemia, lo que ha demostrado ser eficaz. Hasta ahora, más de 3.000 funcionarios en todo el país han sido sancionados por un desempeño deficiente en el trabajo de prevención y control de epidemias.
El castigo razonable a todos los funcionarios negligentes es significativo para advertir a todas las ciudades que no bajaran la guardia, ya que incluso un pequeño descuido podría resultar en que todos los logros anteriores de China en la prevención de la epidemia se reduzcan a nada.
Además, el castigo basado en las regulaciones disciplinarias del Partido mostró que la disciplina del PCCh es más estricta que las leyes de China. Este estricto requisito disciplinario ha mejorado en gran medida la capacidad de gestión de riesgos de los funcionarios, y el sistema político de China de mejorar constantemente el mecanismo de selección de talentos es superior a la rotación de los partidos gobernantes de Occidente, dijeron los observadores.
El público también aplaudió el castigo rápido y oportuno de los funcionarios negligentes, lo que hace que los ciudadanos se sientan seguros y sus preocupaciones se tomen en serio.
Modelo chino
Más de un año y medio después de la pandemia de COVID-19, China ha demostrado la eficacia de su modelo de control de epidemias para contener la amplia propagación del virus, aunque no se pueden evitar las infecciones ocasionales en racimo, y el castigo oportuno a los funcionarios ha sido parte de este modelo chino eficaz, dijeron los observadores.
Un alto funcionario del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijo el jueves al Global Times, bajo condición de anonimato, que es difícil mantener constantemente una vigilancia de alto nivel en China, debido a su enorme población, gran cantidad de puertos, vasto territorio y diferentes niveles de gestión en diferentes ciudades, y cualquier pequeño descuido o laguna en el control, podría arruinar los logros anteriores en la prevención de la epidemia. Dijo también que responsabilizar moderadamente, a los funcionarios descuidados, ayuda a mejorar las medidas de prevención y control de China.
El castigo a los funcionarios también hizo sonar las alarmas para otros gobiernos y funcionarios locales y vino en respuesta a la demanda de la opinión pública.
Esta semana, el grupo de Yangzhou en el que la infección cruzada en una estación de realización de pruebas de detección de Covid, resultó en casi 50 casos generó una preocupación generalizada. El organismo anticorrupción de Yangzhou ha sancionado a ocho funcionarios y empleados públicos por no cumplir con su deber y por una burocracia excesiva.
Si bien China ha adoptado una estricta tolerancia cero en su respuesta a la epidemia, algunos medios occidentales han generado dudas y especulaciones sobre la estrategia de China y la han promocionado como demasiado estricta y rígida.
En un informe reciente, Bloomberg cuestionó la respuesta de China al COVID-19, diciendo que corre el riesgo de dejar al país aislado del mundo.
Sin embargo, el funcionario chino de los CDC dijo que China ha estado ajustando sus políticas epidémicas y continuará haciéndolo de manera oportuna de acuerdo con la situación epidémica, ya que la enfermedad no desaparecerá pronto y las infecciones en racimo son inevitables a largo plazo.
Cuando China alcance la inmunidad colectiva a través de la vacunación y cuando la sociedad china pueda adaptarse a infecciones ocasionales en racimo, China se abrirá al mundo gradualmente, dijo el funcionario.
Más eficaz que Occidente
Hasta ahora, muy pocos políticos occidentales han sido castigados por un desempeño deficiente en su respuesta al COVID-19, y países como EEUU se han visto envueltos una vez más en la pandemia, con el 98 % de los estadounidenses viviendo en áreas donde existe un riesgo alto y sustancial de transmisión comunitaria COVID-19, según CNN.
Un informe reciente emitido conjuntamente por tres grupos de expertos chinos dijo que Estados Unidos merece ser etiquetado como el fracaso antipandémico número uno del mundo, además de ser el país número uno con responsabilidad política, esparcidor de pandemias, el número uno en división política y generador de turbulencias durante el período pandémico; el país número uno de desinformación y de terrorismo en el rastreo de los orígenes de la pandemia.
Xie Maosong, investigador principal del Instituto de Innovación y Estrategia de Desarrollo de China, dijo al Global Times este jueves que la interpretación de Occidente de la responsabilidad de los funcionarios se basa en leyes, pero en China, la responsabilidad de los funcionarios también implica responsabilidad política, y en el Partido la disciplina es más estricta que la ley.
Muchos funcionarios fueron castigados por descuidar sus deberes aunque no violaran las leyes, y el PCCh ha elevado sus requisitos para los funcionarios cuando se trata de lidiar con riesgos y desafíos, dijo Xie. Mientras mantiene la sostenibilidad de las políticas, el PCCh también ha mejorado su mecanismo de selección de talentos al evaluar la respuesta de los funcionarios al COVID-19, que es mejor que el sistema bipartidista de Occidente, dijo.
Estados Unidos, debido a diferencias institucionales, no impondrá castigos a los funcionarios o personal relevante cuando no cumplan con sus responsabilidades en la prevención y el control de epidemias, y la falta de altos estándares los hará fácilmente flojos en el trabajo, lo que en parte ha resultado en la desastrosa situación de COVID-19 en el país, dijo Xie, y señaló que el gobierno de EEUU es más hábil en el uso de la retórica para encubrir su incompetencia que para hacer frente a la epidemia.
Desde que comenzó la pandemia, EEUU ha estado siguiendo un camino diferente: la administración Trump comparó el COVID-19 con la gripe, mientras que el gobierno de Biden se ha dedicado a politizar el trabajo de rastreo de los orígenes del COVID-19, en lugar de hacer esfuerzos reales para contener el brote epidémico, dijeron observadores chinos, y agregaron que lo que están haciendo los políticos estadounidenses está costando vidas y arriesgando una crisis de la humanidad.
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