CAMBIO CLIMÁTICO: El derretimiento ártico causa un caos de nevadas en la primavera europea

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En la Toscana (centro de Italia) los agricultores intentan proteger los cultivos con aspersores de agua.

Una nueva investigación revela que la pérdida de hielo marino del Ártico debido al calentamiento global provoca un clima inusualmente frío y nevadas hasta regiones del sur de Europa. A pesar de que el mes de marzo fue uno de los más cálidos registrados, las temperaturas bajaron en abril. Tanto Suiza como Eslovenia registraron su temperatura más fría en abril en más de 100 años. En Alemania, Francia, Italia, Bosnia y Herzegovina y el Reino Unido ha estado nevando. España tampoco se ha librado de un abril inusualmente frío. La producción de vinos y frutas de temporada se ha visto gravemente afectada. Toda la vegetación se ha vuelto más sensible a las bajas temperaturas debido al calentamiento global y por eso las heladas son más destructivas. Por otra parte, los períodos de temperaturas suaves son cada vez más frecuentes durante el invierno y las temperaturas propias de primavera se avanzan, haciendo que la vegetación comience a florecer y fructificar más temprano, con lo cual el daño a la producción agrícola está asegurado ante un evento de frío inusual. La lucha de los agricultores por salvar sus cultivos es una prueba de que el cambio climático ya está haciendo mucho daño. Si nuestros gobernantes gestionan este enorme desafío con la misma diligencia y eficacia que están demostrando en la gestión de la pandemia actual, haríamos bien en empezar a almacenar alimentos.

Caos de  nevadas en Europa causado por el derretimiento del hielo ártico

Le vignoble de Chablis ce 6 avril
Hogueras en las vides de la Borgoña francesa para luchar contra inusuales heladas en primavera

FUENTES: SCIENCE DAILY INDEPENDENT VOIX DU JURA

En Francia, los viticultores alimentan diligentemente miles de pequeños fuegos instalados entre las vides, para evitar que los racimos se congelen. Pero, con las temperaturas a nueve grados bajo cero durante días, la lucha está perdida, dicen los investigadores. Un 80% de los viñedos han resultados dañados por la ola de frío. En la fruticultura se ha perdido la cosecha de manzanas, albaricoques, cerezas, melocotones, peras, y kiwis, en algunos casos al 100%. La apicultura también ha resultado dañada: sin flores en los campos no habrá miel y las abejas han consumido la ya producida para sobrevivir al frío. Las pérdidas ascienden a varios miles de millones de dólares. El ministro de Agricultura francés ha declarado que es la mayor catástrofe del este siglo para el sector.

Un período más caluroso de lo habitual a finales de marzo, fue seguido de varios días de frío intenso este mes de abril, provocando pérdidas un 90% mayores de lo normal. Los científicos de la Universidad del Ártico en Noruega y la Universidad de Oulu en Finlandia dicen que la lucha de los productores franceses es testimonio de la complejidad y la imprevisibilidad del cambio climático. Para Alun Hubbard, del CAGE (Center for Arctic Gas Hydrate, Environment and Climate), de la Universidad del Ártico, es paradójicamente el deshielo en el Ártico lo que ha provocado estos períodos de frío extremo en el Viejo Continente. (La Universidad de Ártico es una red de cooperación entre 85 instituciones académicas de Canadá, Rusia, Finlandia, Noruega, EEUU, Suecia, Dinamarca, Islandia y Escocia).

El desastre medioambiental y económico se extiende en particular desde la región de Burdeos a la de Champagne, en Francia

“El cambio climático no siempre se manifiesta de las formas más obvias. Es fácil extrapolar los modelos para mostrar que los inviernos son más cálidos y visualizar un futuro prácticamente sin nieve en Europa, pero nuestro estudio más reciente indica que esto es demasiado simplista. Debemos tener cuidado con este tipo de declaración general sobre los impactos del cambio climático ”, dice el profesor Hubbard.

El derretimiento del hielo ártico proporcionó el 88% de la nevada sobre Europa en el temporal de 2018

Hubbard es coautor de un estudio publicado en Nature Geoscience que examina esta paradoja climática: una reducción del 50% en la capa de hielo del océano en el Ártico ha aumentado la evaporación del agua del Ártico, alimentando las fuertes nevadas registradas más al sur, en toda Europa.

El estudio, dirigido por la Dra. Hanna Bailey de la Universidad de Oulu, Finlandia, encontró específicamente que desde 1979 a 2020, la evaporación neta de la capa de hielo a través del mar de Barents aumentó en aproximadamente 70 kg por metro cuadrado de hielo marino perdido por año, coincidiendo con un aumento de las nevadas máximas en Europa.

Beast from the East' brings snow and frigid conditions to Europe
La Bestia del Este, en 2018

Esto ya ha sido visible en un evento meteorológico específico, conocido como  la «Bestia del Este «:   la nevada de febrero de 2018 que provocó el bloqueo de una parte de Europa, provocando al mismo tiempo pérdidas económicas de unos 2.000 millones de dólares diarios.

Los investigadores encontraron que el vapor atmosférico del Ártico que se movía hacia el sur tenía una  huella geoquímica única, revelando que su fuente eran, de hecho, las aguas abiertas del Mar de Barents, que forma parte del Océano Ártico entre Noruega, Rusia y el archipielago Svalbard. Descubrieron que durante la «Bestia del Este», las aguas abiertas en el mar de Barents proporcionaron el 88% de la nieve que cayó sobre Europa.

“Lo que estamos encontrando es que el hielo oceánico es en realidad una cubierta sobre los océanos. Y con la reducción a largo plazo en el Ártico, estamos viendo mayores cantidades de humedad que ingresan a la atmósfera en invierno, lo que tiene un impacto directo en el clima más al sur y provoca nevadas extremas. Suena contradictorio, pero la naturaleza es compleja y lo que sucede en el Ártico no se queda en el Ártico ”, dijo la Dra. Bailey.

Según el estudio , dentro de 60 años, un mar de Barents potencialmente libre de hielo podría convertirse en una fuente importante de aumento de las precipitaciones invernales para el Viejo Continente, ya sea de lluvia o nieve. «El estudio ilustra que los cambios abruptos observados en el Ártico están afectando a todo el planeta», dice el profesor Hubbard.