CRISIS AGRÍCOLA GLOBAL: La seguridad alimentaria está en peligro, advierte la ONU
El impacto de los desastres y las crisis en la agricultura y la seguridad alimentaria

El Informe Completo de la FAO El impacto de los desastres y las crisis en la agricultura y la seguridad alimentaria 2021, ofrece una visión profunda de cómo los desastres están afectando la agricultura, la pesca y la acuicultura, la silvicultura y otras actividades relacionadas. El informe presenta una enérgica llamada a invertir en resiliencia y políticas de reducción de riesgo de desastres, a través de la recopilación y el análisis de datos que permitan tomar acciones basadas en la evidencia, para garantizar el papel crucial de la agricultura en el futuro.
Además de una década de pérdidas por desastres exacerbados, calor global excepcional, retroceso del hielo y aumento del nivel del mar, la humanidad y nuestra seguridad alimentaria se enfrentan a una serie de peligros nuevos y sin precedentes, como mega incendios, fenómenos meteorológicos extremos, enjambres de langostas del desierto de magnitudes nunca antes vistas, y la pandemia de COVID-19.
La agricultura sustenta los medios de vida de más de 2.500 millones de personas, la mayoría de ellas en países en desarrollo de bajos ingresos, y sigue siendo un motor clave del desarrollo. En ningún otro momento de la Historia, la agricultura se ha enfrentado a tal variedad de riesgos familiares y desconocidos, interactuando en un mundo hiperconectado y en un paisaje que cambia precipitadamente.
La agricultura sigue absorbiendo una parte desproporcionada de los daños y pérdidas provocados por los desastres. Su frecuencia e intensidad crecientes, junto con la naturaleza sistémica del riesgo, están cambiando la vida de las personas, devastando los medios de vida y poniendo en peligro todo nuestro sistema alimentario.
Los datos disponibles nos muestran que la nueva normalidad es una mayor frecuencia e intensidad de desastres.
En los primeros meses de 2020, enormes enjambres de langostas del desierto comenzaron a devastar países en el Gran Cuerno de África, la Península Arábiga y el suroeste de Asia. Fue sólo un golpe más para los agricultores ya afectados por inundaciones, ciclones, granizadas, enfermedades de animales, sequías y otros desastres.
A final del año, la temporada de huracanes del Atlántico de 2020 produjo 30 sistemas tormentosos, superando con creces el promedio anual habitual de 12 tormentas.
Mientras tanto, la pandemia de COVID-19 ha devastado vidas, medios de vida y economías en todo el mundo.
La agricultura y los miles de millones de agricultores que nos mantienen alimentados son los más afectados por estos impactos, más que cualquier otro sector productivo. Los desastres cobran vidas, pero también devastan los medios de vida rurales, destruyen los alimentos y aumentan el hambre.
Los desastres y su impacto económico
Una de las formas más directas en que los desastres afectan la agricultura es a través de una producción menor de la esperada. Esto causa pérdidas económicas directas a los agricultores que pueden extenderse en cascada a lo largo de toda la cadena de valor, incluso afectando el crecimiento del sector o de economías nacionales enteras.
Entre 2008 y 2018, se perdieron miles de millones de dólares como resultado de la disminución de la producción agrícola y ganadera a raíz de los desastres:
Se perdieron 30 mil millones de dólares en África subsahariana y del norte
Se perdieron 29 mil millones de dólares en América Latina y el Caribe
Se perdieron 8,7 mil millones de dólares en los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) del Caribe
Se perdieron 49 mil millones de dólares en Asia
Qué desastres ocurren y dónde causan mayor impacto
Las políticas efectivas de Reducción del Riesgo de Desastres (RRD) pueden ayudar a contrarrestar los impactos económicos y de seguridad alimentaria de los desastres, así como a salvaguardar los medios de vida de las personas. Pero crear e implementar políticas efectivas implica saber qué desastres ocurren con mayor impacto y dónde.
Estos son los cinco desastres principales de mayor impacto (en términos de su costo en los sistemas de producción agrícola) que afectaron a los países menos adelantados (PMA) y los países de ingresos bajos a medianos (PIBM) entre 2008 y 2018.
Sequía

Se ha establecido que la sequía es el principal culpable de la pérdida de producción agrícola. Más del 34 % de la pérdida de producción agrícola y ganadera en los PMA y los PIBM se atribuye a la sequía, lo que le costó al sector 37.000 millones de dólares en total.
La sequía afecta casi exclusivamente a la agricultura que carga con el 82 % de todo el impacto de la sequía, en comparación con el 18 % distribuido en todos los demás sectores.
Inundaciones
Las inundaciones son el segundo desastre más grave para el sector, y son responsables de un total de 21 mil millones de dólares de pérdidas de producción agrícola y ganadera acumuladas entre 2008 y 2018 en los PMA y los países de ingresos bajos y medianos, lo que equivale al 19% de la pérdida total.
Tormentas

Las tormentas son casi tan destructivas como las inundaciones para el sector agrícola. Esto se debe particularmente a la temporada de huracanes del Atlántico de 2017, que fue la temporada de ciclones tropicales más costosa e hiperactiva registrada.
Entre 2008 y 2018, las tormentas extremas, como los huracanes tropicales, han causado más de 19.000 millones de dólares en pérdidas de producción agrícola y ganadera, lo que representa más del 18 % de la pérdida total.
Plagas, enfermedades e infestaciones de cultivos y ganado

Las plagas, enfermedades e infestaciones de cultivos y ganado son un factor de estrés importante para el sector. Tales desastres biológicos causaron el 9 % de todas las pérdidas de producción agrícola y ganadera en el período de 2008 a 2018.
La crisis de la langosta del desierto de 2020 en África oriental probablemente exacerbará el papel de los desastres biológicos en la interrupción de la producción, ya que la región se prepara para cosechas de cultivos significativamente reducidas y una gran pérdida de pastos en las regiones áridas y semiáridas.
Incendios forestales

Los incendios forestales parecen tener menos impacto en los sistemas de producción agrícola, y son responsables de poco más de mil millones de dólares o el 1 % de las pérdidas.
Esto sólo da cuenta del daño causado a la producción agrícola y ganadera, no incorpora las pérdidas incurridas en el sector forestal, en términos de madera y otros sistemas. Es probable que el impacto de los devastadores incendios forestales que arrasaron millones de acres en California (2017), Grecia (2018), el Amazonas (2019) y Australia (2019/2020), por nombrar algunos, sea enorme.
Los desastres también afectan a la nutrición
Los desastres afcetan a la agricultura a nivel económico y de producción de alimentos. Sin embargo, las consecuencias de los desastres y los eventos extremos son más extensas y complejas que los impactos sobre la productividad por sí solos.
Las pérdidas de producción relacionadas con los desastres pueden traducirse en efectos nutricionales significativos y negativos, incluidas las calorías y los nutrientes que se pierden.
A continuación, le mostramos cuántas calorías y nutrientes se perdieron potencialmente después de los desastres:
Entre 2008 y 2018, la pérdida de producción agrícola y ganadera en los países menos adelantados (PMA) y los países de ingresos bajos a medianos (PIBM) se traduce en un total de 6,9 billones de kilocalorías perdidas por año. En otras palabras, esa es la ingesta calórica anual de 7 millones de adultos, basada en una cantidad diaria recomendada (RDA) de 2500 calorías por día.
Es una pérdida de 994 billones de mg de hierro, un promedio de 256.000 millones de mg por año. Esa cantidad es la ingesta anual recomendada de hierro de 78 millones de hombres adultos o 47 millones de mujeres adultas, según la cantidad diaria recomendada.
Son 21 billones de mg de zinc perdidos, que es la ingesta anual recomendada de zinc de 50 millones de mujeres adultas o 36 millones de hombres adultos.
Son un total de 494 billones de mg de calcio perdido, que es la ingesta anual de calcio recomendada de 9 millones de personas.
Son 994 billones de microgramos (mcg) de vitamina A perdida, que corresponde la ingesta anual de 21 millones de hombres adultos o 27 millones de mujeres adultas.
El momento de actuar es ahora
Los desastres no son nada nuevo, ni para los agricultores ni para el resto de nosotros que dependemos de ellos para nuestra seguridad alimentaria colectiva. Pero el imperativo de cambiar la forma en que manejamos los desastres, en este momento de la Historia humana, es existencialmente apremiante.
Para ser efectivas, las estrategias nacionales sobre reducción del riesgo de desastres (DDR), respuesta a emergencias, resiliencia y adaptación al cambio climático deben estar firmemente fundamentadas en una comprensión integral del impacto particular que los desastres tienen en la agricultura, incluyendo:
Identificar patrones de daños y pérdidas
- Proporcionar desgloses de impactos para cultivos, ganadería, silvicultura, pesca y acuicultura.
- Elaborar perfiles de todo tipo de desastres: desde catástrofes a gran escala de inicio rápido como huracanes, hasta eventos que se desarrollan lentamente con el tiempo como sequías; así como desastres localizados o «silenciosos» a pequeña escala, que a menudo no se informan pero que pueden ser perjudiciales para los medios de vida de los pequeños agricultores.
- Extenderse más allá de los impactos de los desastres relacionados con peligros naturales para considerar amenazas más amplias, como pandemias, crisis de la cadena alimentaria, conflictos y crisis prolongadas.
- Relacionar la evaluación de desastres, la reducción de riesgos y la adaptación al cambio climático.
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