GLIFOSATO Y TRANSGÉNICOS: Bayer y EEUU presionan a México para que retire las prohibiciones
Correos electrónicos revelan que funcionarios estadounidenses se unieron al gigante agroquímico Bayer para detener la prohibición del glifosato en México

Un correo electrónico interno se refiere a los funcionarios de de la administración de López Obrador como «activistas anti-biotecnológicos chillones», y otro dice que la agencia de salud pública de México se está «convirtiendo en un gran problema».
KENNY STANCIL / COMMON DREAMS
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, otorgó a los agricultores del país una fecha límite de 2024 para dejar de usar glifosato, y según informó The Guardian este martes la agroquímica Bayer, el lobby de la industria CropLife America, y funcionarios estadounidenses han estado presionando al gobierno de México para que retire la prohibición sobre el plaguicida cancerígeno.
El intento corporativo y respaldado por Estados Unidos de coaccionar a México para que mantenga sus importaciones de glifosato después de 2024 se ha llevado a cabo, como detalló la periodista Carey Gillam en The Guardian, durante los últimos 18 meses, un período en el que Bayer estaba negociando un acuerdo de 11 mil millones de dólares en reclamos legales realizados por estadounidenses que alegan que desarrollaron linfoma no Hodgkin (un tipo de cáncer) debido a la exposición a productos a base de glifosato, como Roundup.
Roundup, uno de los herbicidas más utilizados en el mundo, fue creado por Monsanto, que fue adquirida por Bayer en 2018.
Según The Guardian, que obtuvo los documentos internos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información por parte del Centro para la Diversidad Biológica (CBD), «la presión sobre México es similar a las acciones que tomaron Bayer y los grupos de presión de la industria química para acabar con una prohibición del glifosato planificada por Tailandia en 2019. Los funcionarios de Tailandia también habían citado preocupaciones por la salud pública al tratar de prohibir el herbicida, pero cambiaron de rumbo después de las amenazas de Estados Unidos si interrumpían la comercialización».
Además de instruir a los agricultores de México para que dejen de usar glifosato para 2024, el gobierno de López Obrador emitió el 31 de diciembre de 2020 un «decreto final» que pedía «la eliminación gradual de la siembra y el consumo de maíz transgénico», que los agricultores a menudo rocían con glifosato, una práctica que a menudo deja residuos del pesticida en los productos alimenticios elaborados. El gobierno mexicano ha caracterizado las restricciones como un esfuerzo por mejorar la «seguridad y soberanía alimentaria» de la nación y para proteger su riqueza de diversidad biológica y cultural, y sus comunidades agrícolas.
Sin embargo, la promoción de México de la salud humana y ambiental «ha provocado temor en Estados Unidos por la salud de sus exportaciones de agro-químicos, especialmente los productos de glifosato de Bayer», informa The Guardian
Basándose en el análisis de los correos electrónicos de 2019 y 2020 de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) y otras agencias estadounidenses, The Guardian explicó cómo Estados Unidos, frustrado por las posiciones que ha tomado México, está tratando de utilizar el Acuerdo EEUU- México-Canadá (USMCA) —el acuerdo de libre comercio liderado por Trump que el senador Bernie Sanders apodó NAFTA 2.0 — para obligar a México a abandonar sus planes de prohibir el glifosato y eliminar el maíz transgénico. México importa cada año aproximadamente 3 mil millones de dólares en maíz de los EEUU, donde el 90% de la producción de maíz es transgénica.
Un correo electrónico se refiere a los funcionarios de de la administración de López Obrador como «activistas anti-biotecnológicos chillones», y otro correo electrónico dice que la agencia de salud de México (COFEPRIS) se está «convirtiendo en un gran problema».
Las comunicaciones internas del USTR exponen cómo la industria agroquímica está «presionando» para que Estados Unidos «incorpore este tema» al acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá que entró en vigor el 1 de julio. Los registros luego muestran que el USTR hace exactamente eso, al decirle a México que sus acciones sobre el glifosato y los cultivos transgénicos generan preocupaciones «con respecto al cumplimiento» del USMCA.
Citando discusiones con CropLife, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) se unió al esfuerzo, discutiendo en un correo electrónico interinstitucional «cómo podríamos usar el USMCA para solucionar estos problemas».
Nathan Donley, biólogo de CBD, dijo a The Guardian que «estamos viendo cada vez más cómo la industria de los pesticidas utiliza al gobierno de EEUU para impulsar agresivamente su agenda en el escenario internacional y reprimir cualquier intento de otros países de tomar el control de su suministro de alimentos «.
Los ejecutivos corporativos de la industria agroquímica supuestamente se alarmaron por la posición del gobierno de López Obrador sobre los pesticidas a fines de 2019 cuando los funcionarios mexicanos explicaron su decisión de rechazar las importaciones de glifosato de China refiriéndose al «principio de precaución».
Al detallar una serie de correos electrónicos entre funcionarios del gobierno de EEUU y ejecutivos de la industria, la nota describe cómo éstos dijeron al gobierno estadounidense, que «temían que restringir el glifosato condujera a límitar otros pesticidas y podría sentar un precedente para que otros países hagan lo mismo».
También indicó preocupaciones de que «México también pueda reducir los niveles de residuos de pesticidas permitidos en los alimentos», una decisión que los ejecutivos de la industria advirtieron que socavaría las exportaciones estadounidenses de maíz y soja a México.
El artículo de The Guardian señala que el presidente de CropLife, Chris Novak, dijo a los funcionarios estadounidenses que «si México extiende el principio de precaución» a los niveles de residuos de plaguicidas permitidos en los alimentos, «se pondrán en peligro 20 mil millones de dólares en exportaciones agrícolas anuales de Estados Unidos a México».
Según The Guardian, «no está claro si los esfuerzos para presionar a México para que cambie su posición política siguen en marcha dentro de la nueva administración Biden».
El Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP), un grupo progresista de expertos que trabaja para construir sistemas alimentarios, agrícolas y comerciales justos y sostenibles, tuiteó el martes que la Oficina de Comercio de EEUU tiene que elegir entre continuar en la línea de presentar ofertas de firmas globales de biotecnología de semillas como Monsanto; o respetar los derechos de otros países para proteger el medio ambiente y los cultivos autóctonos. Y se preguntaron si volverán a calibrar la política comercial estadounidense para que sea más transparente.
El IATP, por su parte, recomendó que Katherine Tai, elegida por el presidente Joe Biden para liderar la oficina del USTR, «rompa con el modelo de libre comercio corporativo» respaldado por las administraciones anteriores de ambos partidos.
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