FRANCIA – LEY DE SEGURIDAD GLOBAL: Macron intenta controlar la protesta social con una Ley Mordaza como en España

Macron ha puesto a casi toda la sociedad civil francesa en pie de guerra desde que en noviembre del pasado año se aprobó en la Asamblea Nacional el Proyecto de Ley de Seguridad Global (llamada popularmente «Ley de Censura Global) que da amplios poderes a la policía en tareas de control social. Desde entonces, el rechazo ha crecido de manera constante, iniciado por una coalición sin precedentes organizada en la Coordinación «Stop Loi Securite Globale» (Parar la Ley de Seguridad Global) creada por iniciativa de las cuatro organizaciones sindicales representantes de los periodistas y la Liga de Derechos Humanos, y que ya agrupa a más de 60 organizaciones.
Uno de los artículos más repudiado del Proyecto de Ley es el que prohibe difundir imágenes del rostro de un policía en actuaciones policiales, a menos que haya sido difuminado previamente, y castiga el incumplimiento de esta normativa con una pena de prisión de un año o multas de hasta 45.000 euros (53.354 dólares ).
En España, ya existe un antecedente similar: la Ley Orgánica de Protección de la Ciudadanía, legislada en 2015 por el gobierno conservador del PP, y conocida popularmente como «Ley Mordaza», por su objetivo de callar la protesta social. Esta ley otorga a los cuerpos de seguridad del Estado una amplia libertad para sancionar infracciones con carácter ejecutivo, sanciones contra las cuales sólo quedaría la vía de recurrirlas ante los tribunales (un recurso, lento y costoso, y con resultados inciertos, ya que las declaraciones de un funcionario público en ejercicio de su función, tienen presunción de veracidad). Las sanciones a las infracciones de la Ley Mordaza pueden llegar a multas de 600.000 euros.
La Ley Mordaza española también prohibía tomar imágenes de las actuaciones policiales, pero este artículo fue declarado inconstitucional en 2020, luego de que toda la oposición política al PP presentara un recurso ante el Tribunal Constitucional contra diversos artículos. Sin embargo, el TC consideró que todos los demás artículos de esta ley son constitucionales. La Ley Mordaza española castiga las acciones de respuesta social que surgieron contra las políticas conservadoras y la crisis económica, como por ejemplo: las acciones para intentar parar un desahucio; escalar edificios o monumentos para protestar (un método muy habitual de protesta de los ambientalistas); las manifestaciones espontáneas ante oficinas y edificios públicos aunque estén sin actividad; causar desórdenes en la calle, cortar la circulación de vehículos o levantar barricadas; desobedecer o resistirse a la autoridad; intrusión en infraestructuras públicas; falta de respeto y consideración a los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado; ocupar casas; venta ambulante; no tener la documentación personal en regla.
En 2018, al llegar al gobierno, Pedro Sánchez calificó de urgente la reforma de la Ley Mordaza, pero la misma sigue gozando de buena salud a pesar del compromiso de derogarla que asumieron los socios de coalición PSOE y Unidas- Podemos; de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) contra algunos de sus artículos; de los numerosos informes del Defensor del Pueblo urgiendo a reformarla; de las campañas contra la misma de Amnistia Internacional, etc.
Volviendo al Proyecto de Ley de Seguridad francés, la Coordinación Stop Loi Securite Globale explica que:
«El artículo 24 de la Ley de seguridad integral no tiene por objeto proteger a los agentes de policía, sino a la violencia policial … Otras disposiciones de la ley tienen como objetivo permitir al Estado y su policía aumentar el control sobre la población (artículos 21 y 22), a través de herramientas de vigilancia indiscriminada (drones y cámaras peatonales), utilizables en manifestaciones o durante los controles de identidad.
Y mientras las propuestas de ampliación de las medidas de vigilancia para toda la población fueron aprobadas silenciosamente por la Asamblea Nacional, el Consejo de Estado acaba de legitimar los decretos que amplían el registro de cada persona en base de nuestras supuestas «opiniones».
En Francia, el Defensor de los Derechos, la Comisión Consultiva Nacional de Derechos Humanos y, a nivel internacional, 5 relatores especiales de las Naciones Unidas y el Comisionado de Derechos Humanos del Consejo de Europa han criticado firmemente el Proyecto de ley de seguridad integral. Nuestra Coordinación solicitó ser recibida por el presidente Macron… Hasta ahora, nuestra solicitud no ha sido atendida».
El pasado sábado 16 de enero los franceses volvieron a salir a la calle para protestar contra el proyecto de Ley de Macron. En plena nevada y en medio de la tercera ola de la pandemia que está castigando duramente a Europa, unos 200.000 franceses salieron a la calle en 88 movilizaciones. La Coordinación denunció que en París la policía impidió el acceso de manifestantes y camiones de los organizadores; en Lyon, los manifestantes fueron dispersados con gases lacrimógenos, y en Montpellier les incautaron los equipos de sonido.
A continuación pueden leer una entrevista de People Dispacht al responsable de relaciones internacionales del Mouvement Jeunes communistes de France, organización juvenil del Partido Comunista Francés, sobre las protestas contra la Ley de Seguridad y las políticas de Macron; y el informe de los expertos de la ONU sobre dicho Proyecto de Ley.
Proyecto de Ley de Seguridad Global: “la postura del gobierno francés es hipócrita y peligrosa», dice el Movimiento de Jóvenes Comunistas de Francia

En los últimos meses, Francia ha visto protestas generalizadas contra el controvertido Proyecto de Ley de Seguridad Global propuesto por el gobierno liderado por Emmanuel Macron. La propuesta de ley otorga mayor autonomía a la policía, amplía el uso de drones de vigilancia y cámaras portátiles por parte de las patrullas policiales e ilegaliza la difusión de imágenes donde se pueda identificar a los policías. La ley se ha propuesto en el contexto de las protestas consecutivas que tienen lugar en Francia contra las políticas antipopulares llevadas a cabo por el gobierno. Peoples Dispatch (PD) habló con Sofian Nejjari, responsable de relaciones internacionales del Mouvement Jeunes communistes de France (MJCF) sobre las protestas en curso y las políticas del gobierno de Macron.
PEOPLES DISPACHT (PD): ¿Cuál es su opinión sobre las protestas en curso contra el proyecto de ley de seguridad global en Francia? En su opinión, ¿cuán perjudicial es este proyecto de ley para la libertad de prensa y el control de los abusos policiales?
Sofian Nejjari (SN): Este proyecto de ley llega en un momento crítico para el poder macronista. Está destinado a mantener un clima de represión mientras, en el momento de esta pandemia, los desastrosos resultados de sus políticas liberales alimentan la oposición. Durante la pandemia, vimos el resultado de políticas capitalistas que costaron la vida a varias personas, particularmente a través de la destrucción del sistema de salud pública de Francia. Este proyecto de ley es un tema más simbólico, pero fue una oportunidad para abrir un debate sobre las políticas que están destruyendo todos los servicios públicos.
Pero para Emmanuel Macron, no hay debate.
Utiliza a la policía para implementar las múltiples medidas antisociales que viene promoviendo desde el inicio de su mandato. Por otra parte, el artículo 24 de esta ley, que se ocupa especialmente del tema de los movimientos sociales, ha suscitado mucha polémica al dirigirse a los periodistas que filman a la policía. La redacción del artículo 24 hace muy arriesgada su interpretación: “el hecho de difundir, por cualquier medio, imágenes, con el fin de lesionar su integridad física o psíquica”. Por lo tanto, un periodista corre el riesgo de ser arrestado en cualquier momento. El gobierno mantiene una postura hipócrita y peligrosa, niega la violencia policial pero al mismo tiempo prohíbe filmar a la policía en acción.
PD: ¿Cómo ve la respuesta de la policía francesa a las protestas consecutivas que tienen lugar en el país? ¿Es sólo un reflejo de la actitud anti-popular del gobierno de Macron o hay algunos problemas estructurales detrás del comportamiento despectivo de la policía hacia las movilizaciones populares?
SN: En Francia, tenemos un problema estructural que impide el tratamiento legal igualitario de esta violencia. La violencia policial es un fenómeno social que va más allá del marco de las manifestaciones y, lamentablemente, los habitantes de los barrios obreros enfrentan su violencia desde hace décadas. Francia tiene una institución administrativa, la IGPN (Inspección General de la Policía Nacional), que tiene la función de investigar los abusos policiales. Sin embargo, esta institución no es independiente del poder político y muy a menudo hemos visto informes de investigación completamente deshonestos en casos de violencia policial durante manifestaciones.
Pero más allá de este problema estructural, también existe el uso político de la violencia policial. Es una forma de que el gobierno mantenga un clima de miedo que impacta directamente en la capacidad de movilización para las manifestaciones y que debilita considerablemente la expresión y los medios para oponerse a las reformas liberales que se están implementando. Durante las protestas de los Chalecos amarillos, muchos manifestantes resultaron gravemente heridos por las fuerzas policiales y algunos perdieron una mano o un pie por el tipo de granadas que se utilizaban. (N.de la E.: algunos perdieron un ojo). También hubo muchos manifestantes encarcelados y otros que enfrentaron severas sentencias judiciales. Todo este aparato represivo que soportamos tiene como único objetivo silenciar las protestas.
PD: Francia se ha convertido en estos años en blanco de ataques terroristas. También ha habido un aumento de la islamofobia y el odio contra los migrantes. ¿Cómo ha evolucionado esta situación en Francia y cuál es la posición del MJCF al respecto?
SN: El objetivo de los terroristas es dividir a la población y debilitar la democracia. Y se ha observado en las últimas semanas que han cumplido en parte este objetivo de división porque sus actos delictivos enriquecen y sirven para justificar el discurso de la extrema derecha. Las fuerzas reaccionarias encuentran en estas acciones la justificación de su discurso de odio. Así, los discursos contra musulmanes e inmigrantes están cada vez más extendidos. Los gobiernos deben poder interceptar a los terroristas antes de que estén actuando. Pero sobre todo, la mejor respuesta es emprender una verdadera política de justicia social e igualdad entre los ciudadanos y desarrollar los servicios públicos donde han sido desmantelados. Creemos que ofrecer a los jóvenes perspectivas de empleo, a la vez que luchar contra la discriminación, el racismo y la desigualdad, es la mejor forma de acabar con el terrorismo. Debemos dar a la gente los medios para construir su futuro en todos los niveles.
Es decir, tenemos que hacer lo contrario de todo lo que está haciendo el gobierno hoy. Debilita todos los servicios públicos, destruye la seguridad social y los derechos laborales. Luego, en los momentos críticos que estamos viviendo, ante un atentado terrorista, decide señalar con el dedo a los millones de musulmanes de nuestro país a través de debates odiosos e incluso propone un proyecto de ley sobre “separatismo islamista”.
PD: Francia ha sido testigo de otro aumento de COVID-19 y una vez más, todos los ámbitos de la sociedad, incluidos los trabajadores, los jóvenes, los estudiantes y los profesores, se encuentran en una situación difícil. ¿Cuál es su evaluación de las iniciativas del gobierno para manejar la crisis y cuáles son las propuestas del MJCF al respecto?
SN: El gobierno sigue culpando a la población por el agravamiento de la pandemia y esta segunda ola. El ministro de Salud dijo en noviembre que si los franceses no respetaban las normas de contención, la situación se volvería aún más alarmante en los hospitales. Estos discursos que tienen como objetivo hacer sentir culpable a la población son insoportables cuando sabemos que este gobierno, así como los anteriores, han debilitado continuamente el servicio público de salud al reducir los presupuestos y las capacidades.
Al comienzo del curso escolar en septiembre, nos alertaron sobre las inaceptables condiciones de salud en las que los estudiantes de secundaria, universitarios y el personal escolar iban a reanudar las clases. Sin mencionar que el transporte público en todas partes está abarrotado. Todos estos son lugares de contaminación que los trabajadores están obligados a frecuentar. Los trabajadores de la salud han tenido la difícil tarea de enfrentar la pandemia y son los más expuestos al virus. Echarle la culpa a la gente, cuando sabemos que son los trabajadores los que mantienen en pie al país, es insoportable. Además de eso, el gobierno no ha hecho ni anunciado nada en términos de políticas estructurales para enfrentar esta situación u otras pandemias por venir. También hemos visto que para Macron, las consideraciones económicas son una prioridad más que la salud pública.
PD: ¿Cómo evalúa la gobernanza bajo el gobierno de Macron en Francia? ¿Qué ha provocado las continuas oleadas de protestas que comenzaron con los Chalecos amarillos, las protestas sindicales contra la reforma de las pensiones, las protestas de los trabajadores de la salud, las protestas de los estudiantes y la protesta de los migrantes?
SN: Todas estas protestas tienen su origen en el rechazo a un mundo que mucha gente no puede soportar. El movimiento de los Chalecos amarillos ha demostrado que muchas personas en Francia se enfrentan a grandes dificultades sociales y son cada vez más pobres, ya sean asalariadas o desempleadas. Esta revuelta fue una oportunidad para que miles de trabajadores exigieran una mejor distribución de la riqueza. La violenta represión de las protestas por un lado y la falta de compromiso por parte del gobierno hicieron que mucha gente comprendiera la insensibilidad que encarna el presidente Macron. Así, el movimiento de los Chalecos amarillos ha permitido que parte del movimiento social en Francia reviva y tome forma sobre diferentes temas. Esto incluye ciertos temas antiguos como el de los migrantes, a quienes el Estado francés abandona en el mar y llega también a sancionar a los que acuden en su ayuda en Francia, pero también temas surgidos durante el quinquenio de Macron, como la reforma de las pensiones que privatizará el sistema de pensiones francés y reducirá la cuantía de las jubilaciones. A pesar de las protestas y las dificultades que enfrentan los ciudadanos para vivir con dignidad, el gobierno sigue en la misma dirección y utilizará una nueva reforma de seguridad para consolidar su política.
PD: A pesar de que el gobierno de Macron continúa implacablemente políticas perjudiciales para la clase trabajadora y la mayoría de la gente en Francia, una gran parte de la población progresista votó por Macron, como vimos en el momento de las elecciones al Parlamento Europeo, para evitar la ascenso de la extrema derecha al poder. ¿Cómo pueden las fuerzas de izquierda en el país enfrentar esta situación y sacar a Macron del poder sin darle ninguna ventaja a la extrema derecha?
SN: Creemos que la mejor manera de derrotar tanto a Macron como a la extrema derecha es proponer una alternativa política que acabe con las desigualdades, promueva el reparto de la riqueza, así como un mejor ejercicio de la democracia. También debemos ser capaces de responder a la emergencia ecológica con propuestas contundentes que no debiliten a los más frágiles. El programa que debemos construir debe girar en torno a estos grandes ejes. La gente y la clase trabajadora han dejado de votar en gran medida, ya que las políticas que se han implementado durante décadas no han producido más que desilusión y decepción.
Espero un mañana mejor. No sólo debe proyectarse en elecciones que se realizarán en más de un año. Si queremos ser fuertes, debemos llevar las luchas sociales actuales, como el fortalecimiento de los servicios públicos, el aumento de los salarios y el bienestar social, apoyando todas las luchas que van en esa dirección. También hay grandes expectativas sobre el tema del feminismo, que fue declarado “gran causa del quinquenio” por Macron. Sin embargo, su gobierno aún no ha hecho nada al respecto.
La forma en que avanzamos hacia las elecciones presidenciales no debe desvincularse de las campañas de ciudadanos y trabajadores que se desarrollan todos los días en el país. Aquellos que todavía creen en la política esperan que marque una diferencia real en sus vidas y creo que es esta idea la que debemos plasmar, a través de las luchas diarias y en nuestro activismo. Sólo así lograremos la revolución democrática que queremos. Esta es también la mejor manera de reconectar a los pueblos entre sí y frustrar a la extrema derecha.
Francia debe revisar el proyecto de Ley sobre Seguridad Global, dicen los expertos de la ONU
FUENTE: ONU
El controvertido proyecto de ley de Francia sobre seguridad global sería incompatible con el Derecho Internacional de los derechos humanos y debería revisarse exhaustivamente, dijeron los expertos en derechos humanos.
“Es una buena señal que los parlamentarios hayan dicho que reescribirán el artículo 24 que restringe la publicación de imágenes de policías, pero es necesario ir más allá y repensar el propósito del proyecto de ley en su conjunto”, dijeron los expertos.
“Simplemente reescribir el artículo 24 no resolverá sus defectos, y la disposición ciertamente no es la única que infringe los derechos humanos fundamentales”. La aprobación del proyecto de “Ley de Seguridad Global” por la Asamblea Nacional francesa la semana pasada (a finales del pasado mes de noviembre) provocó que decenas de miles de personas protestaran en ciudades de toda Francia.
Los manifestantes también estaban enojados por los videos que mostraban a la policía destrozando violentamente un campamento de migrantes en el corazón de París, y por la golpiza a un productor de música negro por parte de oficiales de policía, captada por imágenes de cámaras de seguridad. Cuatro agentes de policía han sido acusados en relación con ese incidente. “Estos son recordatorios muy oportunos de que las imágenes de abuso policial captadas por el público juegan un papel vital en la supervisión de las instituciones públicas, que es fundamental para el Estado de derecho”, dijeron los expertos.
“Entre muchas otras disposiciones del proyecto de ley que podrían limitar los derechos humanos, el artículo 22 que permite el uso de vigilancia con drones en nombre de la seguridad y la lucha contra el terrorismo permitiría una vigilancia generalizada, en particular de los manifestantes. Esto tiene serias implicaciones para el derecho a la privacidad, la libertad de reunión pacífica y la libertad de expresión en el país, así como en cualquier otro país que pueda inspirarse en esta legislación ”, agregaron.
«La introducción de tales medidas de vigilancia incluyen las nuevas tecnologías, incluido el reconocimiento facial y la recolección masiva e indiscriminada de datos personales, que podrían disuadir a las personas de ejercer sus derechos humanos«, advirtieron. Los expertos acogieron con beneplácito el establecimiento de una comisión encabezada por el Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para formular recomendaciones al artículo 24, e instaron a las autoridades a realizar una evaluación integral de la compatibilidad de todo el proyecto de ley con el derecho internacional.
Los expertos han expresado previamente sus preocupaciones con respecto a la ley a las autoridades francesas y reiteran su disponibilidad para proporcionar cualquier asistencia técnica que las autoridades puedan necesitar en este contexto.
Irene Khan, Relatora Especial sobre el derecho a la libertad de opinión y expresión
Clément Nyaletsossi Voule, Relator Especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación;
Fionnuala Ní Aoláin, Relatora Especial sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo;
Nils Melzer, Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes;
Agnes Callamard, Relatora Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias.
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