ISRAEL – ELECCIONES: Netanhayu busca su salvación en el electorado árabe
El primer ministro Netanyahu lanza su campaña para las elecciones del próximo 23 de marzo entre la población árabe israelí utilizando la vacunación contra el Covid para presentarse como el defensor de la población árabe. Lograr convencer a este electorado parece una misión imposible, pero por lo pronto ya ha conseguido dividir a la coalición de izquierdas donde están representados los intereses de la población árabe. Precisamente el partido islamista de la coalición está considerando una alianza circunstancial con el Likud.
Elecciones legislativas en Israel: Netanyahu intenta seducir al electorado árabe israelí

JULIEN LACORIE / MARIANNE
Después de haberlos estigmatizado durante mucho tiempo, el primer ministro israelí se encuentra ahora en medio de una campaña para seducir a los árabes de Israel, con el objetivo de atraer a un electorado que representa a una quinta parte de la población y gracias a ellos … salvar su pellejo.
La escena es casi de ficción política: Benjamin Netanyahu felicitando a un árabe israelí que lleva máscara protectora sentado en una silla sosteniendo un pequeño cartel que reza: «el millonésimo vacunado«. En el espacio de unos días, el Primer Ministro se filmó y fotografió en dos dispensarios en las ciudades árabes de Tira y Umm el Fahem. Su objetivo es lanzar su campaña para las elecciones legislativas del 23 de marzo en una comunidad que aglutina a una quinta parte de la población, utilizando las vacunas contra el Covid como argumento contundente, sólo para presentarse como el mejor defensor de la población árabe.
Ahmed Tibi, un parlamentario árabe de la oposición en esta legislatura saliente, dice «lo único que falta es que Netanyahu se presente en jalabiya (la tradicional túnica árabe) y se haga llamar Abu Yair» («padre de Yair», uno de sus hijos). En las elecciones anteriores, Benjamin Netanyahu, alimentaba el miedo de los judíos, denunciando a la población árabe que presuntamente eligía a diputados miembros una quinta columna cómplice de «terroristas de Hamas».
Activistas del Likud, el partido de Benjamin Netanyahu, incluso llegaron a intentar que se instalaran cámaras en los colegios electorales de las ciudades árabes para disuadir a los votantes de acudir a las urnas. En 2015, Benjamin Netanyahu jugó aún más fuerte: pidió ayuda a sus seguidores en mitad del día de las elecciones, para que fueran a votar y contrarrestar a los votantes árabes «que están tomando autobuses en masa» para ir a votar.
Incluir a candidatos árabes en las listas del Likud
Durante las últimas elecciones, el Likud no dejó de hablar del fantasma de un gobierno de oposición de izquierda o de centro, cuya formación pudiera depender de la Lista Unificada, una heterogénea coalición de cuatro formaciones árabes de tendencia comunista, nacionalista arabe y musulmana. Ahora el tono, pero sobre todo la estrategia, ha cambiado drásticamente. «Así como hemos levantado el veto de los países árabes sobre las relaciones con Israel, queremos levantar el veto de los partidos árabes sobre la población árabe para que participe en la historia de éxito que es Israel», lanzó el Primer Ministro saliente. Ahora está considerando incluir uno o dos candidatos árabes en la lista de candidatos del Likud.
Diputados islamistas no excluyen una alianza con el Likud
Como táctica, Benjamin Netanyahu lanzó esta ofensiva de seducción en el momento adecuado. La Lista Conjunta, que logró su mejor elección el año pasado conseguir 15 de los 120 diputados, está amenazada de implosión.
Por una extraña paradoja, los islamistas del partido Raam, liderados por el diputado Mansour Abbas, creen que hay un «un cambio de percepción» entre los votantes árabes y que ya no se puede excluir una alianza circunstacial con el Likud.
Hasta ahora, de hecho, los partidos árabes que representan a los palestinos que permanecieron en sus tierras después de la creación del Estado de Israel en 1948, habían enfatizado principalmente su solidaridad con los palestinos. En esta elección se pone en duda.
La explosión de la delincuencia que se ha incrementado en un 50% en dos años, la escasez de permisos de construcción, las infraestructuras en ruinas en las localidades árabes, el desempleo y la discriminación laboral han cambiado la situación. En resumen, un número creciente de árabes cree que mejorar sus condiciones de vida debe convertirse en una prioridad. La reciente normalización de las relaciones diplomáticas entre Israel, los Emiratos y Bahréin también ha tenido un impacto. La Lista Unificada votó en la Knesset en contra de la ratificación de este éxito diplomático de Netanyahu, pero el 60% de los árabes lo ven principalmente como una oportunidad para viajar fácilmente a estos países con un pasaporte israelí.
Como resultado la Lista Unificada podría perder un tercio de sus diputados. Sin embargo, Ayman Odeh, quien encabeza esta coalición, es optimista: “Netanyahu cree que la población árabe no es inteligente. Una década de incitación a la violencia y al odio no se puede borrar en una campaña electoral «. Por el contrario, el líder de la derecha piensa que esta amnesia es posible.
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