ESPAÑA: Las fundaciones opacas del ex rey Juan Carlos investigadas en Suiza por blanqueo de capitales
Desde principios de este año, el periodista británico James Badcock comenzó a publicar en The Telegraph una serie de notas sobre la fortuna del rey emérito Juan Carlos, en cuentas off shore, de las cuales el actual rey Felipe VI figuraba como beneficiario.
«Es evidente que la asignación oficial no cubría el estilo de vida de Juan Carlos», dice el periodista británico que destapó el dinero off shore del ex monarca

ORIOL BÄBLER / VILAWEB
Felipe VI anunció en marzo que retiraba la asignación pública a Juan Carlos I, tras publicarse que el actual monarca español era beneficiario de una cuenta corriente en Suiza, donde su padre había recibido cien millones de dólares de Arabia Saudí. Detrás la exclusiva que lo desencadenó todo, estaba el periodista británico James Badcock, corresponsal en Madrid del diario The Telegraph y de la BBC. En el momento en que se realizó esta entrevista, el Congreso español, con los votos del PSOE, PP y Vox, se negaba nuevamente a investigar los negocios del ex rey.
Badcock explica de qué manera Juan Carlos ha movido millones de euros fuera de España mediante las fundaciones Lucum y Zagatka, dos entidades bajo investigación judicial en Suiza, pero también en España, donde la fiscalía del Supremo considera que hay indicios que el rey emérito cometió delitos fiscales y de blanqueo de capitales. De todos modos, el Ministerio Fiscal ya ha dejado claro que se centra sólo en los hechos posteriores a su abdicación.
– La fiscalía del Supremo anunció la semana pasada que investigaba a Juan Carlos I por indicios de delito fiscal y blanqueo de capitales por los fondos en Suiza. ¿Qué opina?
-Tiene lógica porque, aunque la causa judicial por los audios de Corinna (ex pareja sentimental de Juan Carlos) en la Audiencia Nacional se archivó porque se determinó que el rey era inviolable, la fiscalía anticorrupción continuó investigando un posible delito de cohecho internacional en la construcción del TGV (tren de alta velocidad) a la Meca. Esta investigación se ha reforzado con la cooperación entre la fiscalía española y el fiscal suizo Yves Bertossi, que también investiga los fondos del rey emérito en Suiza. Como decía, es una investigación abierta, y es normal que pase al Tribunal Supremo, porque Juan Carlos I es aforado. No me ha sorprendido, me parece que el sistema ha funcionado de manera lógica. Otra cosa es como siga el caso a partir de ahora. Si es ágil o queda estancado.
-De hecho, la fiscalía ya ha delimitado las diligencias a partir de 2014, cuando Juan Carlos I abdicó.
-Aunque no soy experto en la materia, podría pasar perfectamente que el caso se archivara porque los hechos que se investigan, el TGV a la Meca, la donación del rey saudí, etc. pasaron antes de 2014, cuando Juan Carlos I aún era jefe del Estado, y por tanto, inviolable. De todos modos, hay voces críticas como la de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) que sí ven viabilidad a la investigación, al menos en el apartado fiscal, aunque sea a partir de la abdicación. Ya lo veremos.
-¿Qué le parece que Juan Carlos I haya elegido a un ex fiscal anticorrupción, de abogado?
-Con los medios que tiene, me parece lo más lógico.
–Por la forma en que se mueven los actores políticos, ¿cree que la investigación, si va adelante, puede hacer más daño a los socios del gobierno español, que a la monarquía?
-Es interesante. Me imagino que puede crear tensiones dentro de la coalición. La posición de Podemos es clara y pública, mientras que el PSOE, a mi juicio, evita hacer pronunciamientos claros y firmes sobre la cuestión. En cuanto a las comisiones de investigaciones en el congreso, por ejemplo, el PSOE, como hemos vuelto a ver ahora, siempre se ha escudado en el consejo de los letrados de la cámara, que hacen una interpretación muy garantista de la Constitución cuando toca hablar del rey emérito. Creo que Podemos ha sabido aprovechar el caso para hacer ruido contra la monarquía, la corrupción, la opacidad del Estado y la transición imperfecta, lo que puede dar rédito electoral en el votante de izquierdas. No sé si el PSOE está cómodo en esta situación, porque su socio lo ha retratado como un partido del régimen.
–¿Cuánto tiempo ha dedicado a la investigación sobre los fondos de Juan Carlos I en Suiza?
-He trabajado entre seis y nueve meses, aunque no a tiempo completo, pero he buscado la manera de enterarme y documentarme bien sobre los negocios turbios de Juan Carlos I. Encontrar las fuentes indicadas es clave para conseguir material e información de calidad.
-¿Como obtiene los documentos que implican Juan Carlos I y Felipe VI con la fundación Lucum?
-Eso no lo pienso decir [risas]. Pero sí puedo decir que con dos investigaciones judiciales en marcha es más sencillo encontrar la manera de acceder a información y documentos fehacientes.
-Hablemos de la fundación Lucum. ¿Qué es?
–Es una estructura off-shore radicada en Panamá, un paraíso fiscal, que se fundó en 2008 y Juan Carlos I es el principal beneficiario. Los estatutos de la fundación dejan muy claro que Lucum se crea a raíz de una donación de cien millones de dólares de Abdalá bin Abdulaziz, entonces rey de Arabia Saudí. A la vez, esta estructura es vinculada a una cuenta en el banco Mirabaud de Ginebra, Suiza, donde Juan Carlos I tiene establecido el equipo que le gestiona el patrimonio.
–La donación que recibe Lucum es la que investiga el fiscal suizo Yves Bertossi por las obras del AVE a la Meca.
–Correcto. Pero, incluso, si los cien millones sólo fueran una donación, queda claro que el rey emérito no quería que se hiciera público que había recibido esa cantidad de Arabia Saudí. Dicho esto, la fundación Lucum está pensada, hasta cierto punto, como una cuenta familiar. Felipe VI, era el segundo beneficiario, y por tanto el heredero si Juan Carlos I hubiera muerto.
Además, en los estatutos había unas instrucciones muy claras que decían que en caso de heredar el dinero lo tenía que utilizar para el bien de la familia. Es decir, cubrir las necesidades o peticiones de sus hermanas y sobrinos.
-¿Qué le pareció la reacción de Felipe VI de retirar la asignación pública a Juan Carlos I, cuando a principios de marzo publicó en The Telegraph que él era beneficiario de la fundación Lucum?
-Es una reacción lógica, pero es más simbólica que efectiva. Juan Carlos I ha movido decenas de millones de euros fuera de España y es evidente que la asignación de la Casa Real no cubría su estilo de vida. Con el comunicado, Felipe VI ponía todo el foco sobre su padre y se desentendía … pero la reacción, para mí, es insuficiente.
–En el comunicado, Felipe VI admitía que en 2019 ya sabía que existía Lucum y que era beneficiario.
-Él dice que recibió esta información sobre Lucum hace un año, y que decidió pasarla a las autoridades competentes, aunque no se ha publicado cuáles eran, ni qué hicieron con esta información. Asimismo, asegura que fue al notario a jurar que renunciaba a esta herencia. De todos modos, no tomó ninguna medida contra Juan Carlos I hasta la publicación en The Telegraph, un año después. Según parece, el rey necesitaba una prueba segura, como mi artículo, para saber que la historia era cierta. La verdad es que todo es muy extraño. En primer lugar habría podido consultar a su padre para saber si la información era verdad; no necesitaba que lo publicara un diario. Y segundo, si hubiera querido, habría podido investigar el asunto él mismo. Es el rey de España, tiene medios para hacerlo.
-¿Para qué utilizaba Lucum Juan Carlos I?
–Según la documentación que he podido consultar, la cuenta recibió otro ingreso importante, aparte de la donación de Arabia Saudí. Hay 1,9 millones de dólares que Juan Carlos I recibió en efectivo del sultán de Bahrein.
Entre 2008 y 2012, la cantidad depositada no varió mucho. Periódicamente se retiraba dinero, que en algunos casos superaban los mil euros. Para nosotros es una cantidad importante, pero es muy poco si lo comparas con el grueso del depósito. ¿Qué hacía Juan Carlos I con el efectivo retirado? No lo sabemos, pero supongo que era para gastos personales.
-¿Cómo es que la fiscalía suiza investiga diversos actores relacionados con la fundación Lucum como Corinna Larsen o al mismo banco Mirabaud, pero no a Juan Carlos I?
-No lo sé, sinceramente. Quizás la fiscalía sigue algún tipo de procedimiento determinado para investigar primero a aquellos sospechosos de ser testaferros antes de hacerlo contra el posible benefactor de la fundación. Por lo que he podido consultar del caso, el fiscal Yves Bertossi, cuando interroga a estos investigados busca incongruencias en el relato y en las explicaciones sobre el dinero. Supongo que si no está satisfecho apuntará más arriba, hacia el posible urdidor de una trama de blanqueamiento. Pero es evidente que encausar a Juan Carlos I no es un paso sencillo, no tiene inmunidad en Suiza, pero ningún fiscal daría un paso como éste a la ligera.
-¿Por qué Juan Carlos I cierra la cuenta en el banco Mirabaud en 2012?
-Por lo que sé, fue el banco Mirabaud, el que pidió a Juan Carlos I que la cerrara. Creo que se alegó un cambio legislativo en Suiza para hacerle la petición.
–Se ha publicado que la entidad, por una cuestión de prestigio e imagen, se quería desvincular de Juan Carlos I a raíz del escándalo de la cacería de elefantes en Botswana.
-No lo puedo confirmar.
–¿Para que se transfieren todos los fondos de la cuenta (del banco Mirabaud), unos sesenta y cinco millones de euros, a una empresa de Corinna en las Bahamas?
-Es una historia que hasta ahora es incompleta. El motivo exacto no lo sabemos, aunque los letrados de Corinna defienden que es una donación de Juan Carlos I.
-Precisamente es en 2012 cuando Corinna asegura que comienza a recibir amenazas del entorno de Juan Carlos I.
-Parece que la donación es como el punto final en su relación, tanto personal como de socios. Pero puede ser que no todas las partes lo entendieran igual y es cuando empiezan a surgir las tensiones. Todo lo que te pueda decir a partir de ahí son especulaciones. Se sabe que Corinna ha usado el dinero para comprar un piso en Londres y una casa en un área más rural. Lo que queda de la fortuna no está en un paraíso fiscal, está en un banco de Estados Unidos [Fieldpoint Private Bank].
–Aparte de Lucum, Juan Carlos I y Felipe VI también son beneficiarios de una segunda fundación, esta más difícil de pronunciar, Zagatka.
-Según internet, Zagatka es una palabra rusa que significa «enigma». Es un nombre bastante bien buscado, teniendo en cuenta de lo que hablamos.
-¿Qué se sabe de esta fundación, también investigada por la fiscalía suiza?
-Hay que diferenciarla bastante de la primera, porque esta va a nombre de Álvaro de Orleans, un primo lejano del rey emérito. Como ya he dicho, Juan Carlos I y Felipe VI también son beneficiarios. Zagatka se funda en 2003 y está radicada en Liechtenstein (N.de la E. Liechtenstein es uno de los paraísos fiscales más ricos del mundo, el Banco Mundial estima que su PIB es de 130.000 dólares y capta entre 20.000 y 30.000 euros anuales) aunque tiene una cuenta bancaria en Suiza. Primero en Crédit Suisse y más tarde en Lombard Odier. Álvaro de Orleans ha reconocido que la fundación es suya y que el dinero que gestiona también lo es. Ahora, es difícil de creer que sea así. Según una de mis primeras exclusivas, el primer ingreso o donación que recibe Zagatka tiene relación con una comisión que Álvaro de Orleans recibió por la venta del Banco Zaragozano al Barclays (2003). La cantidad, sin embargo, no la he podido precisar, por ahora.
-¿Para qué se ha utilizado Zagatka?
-Según he podido ver, el dinero se ha gastado en asuntos personales. Pero a diferencia de Lucum, que tengo la certeza de haber visto todos los movimientos, de Zagatka, no puedo decir lo mismo.
Sí sé que entre 2016 y 2019 se han pagado varios vuelos privados a Juan Carlos I por todo el mundo por valor de cinco millones de euros.
Incluso, Álvaro de Orleans ha admitido que ha hecho los pagos. Dice que hacerlo era “un deber familiar”.
–¿Piensa publicar algo más relacionado con el dinero escondido de Juan Carlos I?
-Podría ser. Tengo cositas.
-¿Cositas?
– [Se ríe] Busco si hay más información interesante. No quiero anunciar nada en concreto ahora, pero creo que es bastante claro que el rey emérito hizo muchos negocios durante su reinado. Seguro que hay más cosas que investigar.
–Para terminar: ¿qué cree que habría pasado en Gran Bretaña si en el centro de la polémica estuviera Isabel II?
-Tengo bastante claro, y no es por patriotismo, del que soy poco sospechoso, que no se habría llegado hasta aquí. Sería un escándalo bestial. Conociendo la naturaleza de la política y los medios británicos no creo que la cosa se hubiera podido tapar durante años. No digo que no haya o pueda haber corrupción en Gran Bretaña, pero, por ejemplo, no me imagino ningún partido oponiéndose a una investigación sobre los hechos.
Carlos 11:20 pm el 18 junio, 2020 Enlace permanente |
A mi modesto entender la cuestión no es si el «rey» es bueno o malo, si es honesto o corrupto, la cuestión inexplicable es que en el siglo XXI todavía tengan rey.
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