JULIAN ASSANGE CORRE PELIGRO: Primera muerte por coronavirus en la prisión de Belmarsh

Este martes la BBC informó de la primera muerte por COVID-19 de uno de los reclusos de la cárcel de Belmarsh, donde la justicia británica mantiene recluido al periodista australiano Julian Assange. El fundador de WikiLeaks está afectado por una enfermedad pulmonar crónica que lo convierte en una persona particularmente vulnerable a la pandemia de coronavirus. La semana pasada, sus abogados solicitaron una fianza de emergencia por esta circunstancia. La jueza del caso, Vanessa Baraitser, denegó la solicitud.

MATT KENNARD / DAILY MAVERICK

Sin embargo, Declassified UK ha descubierto que la prisión de Belmarsh ha sido criticada repetidamente por los inspectores de prisiones desde 2005 por no tener las medidas adecuadas contra infecciones.

Las nuevas cifras publicadas en el Reino Unido por el Ministerio de Justicia de Gran Bretaña (MOJ) también parecen mostrar la naturaleza irregular de las condiciones en que se encuentra Assange. Los datos, del 11 de marzo de 2020, muestran que más del 20% de la población carcelaria de Belmarsh está detenida por asesinato, mientras que casi dos tercios, 477 personas, están encarcelados por delitos violentos. Otros 16 reclusos están detenidos por delitos relacionados con el terrorismo, incluidas cuatro personas que planearon llevar a cabo ataques terroristas.

Veinte reclusos están detenidos por delitos sexuales contra niños. Esto incluye a cuatro personas encarceladas en Belmarsh por la violación de un niño menor de 13 años, y otras tres encarceladas por tomar fotografías obcenas de un niño. Treinta y siete reclusos se encuentran en Belmarsh por delitos sexuales graves, incluidos 14 reclusos condenados por la violación de una mujer mayor de 16 años.

En la lista de delitos de presos de Belmarsh proporcionada por el Reino Unido es probable que el preso en la categoría de «no presentares ante el tribunal o la policía en el momento designado» se refiera a Assange. Otro prisionero se encuentra bajo una categoría similar: «no presentarse ante la corte a la policía tan pronto como sea posible». No se sabe quién es este prisionero.

Las nuevas cifras plantean más preguntas sobre por qué el editor de WikiLeaks continúa recluido en Belmarsh, que se describe como una prisión para «mantener prisioneros de alto riesgo en prisión preventiva y en espera de juicio».

La prisión es famosa por su instalación de «Categoría A», que alberga a los reclusos descritos por el gobierno británico como «prisioneros que, si escaparan, representan la mayor amenaza para el público, la policía o la seguridad nacional».

Dos semanas atrás, dos reclusos en Belmarsh fueron acusados ​​de matar a golpes a su compañero de celda dentro de la prisión en febrero.

Falta de imparcialidad de los jueces

La jueza de distrito Baraitser es supervisada por Lady Emma Arbuthnot, la magistrada en jefe de Westminster que se hizo a un lado, informalmente, en el caso Assange después de admitir una «percepción de parcialidad». Se presume que esto se relaciona con los vínculos de su esposo y su hijo con el estamento militar y de inteligencia expuesto por Assange y WikiLeaks.

Sin embargo, Lady Arbuthnot se ha negado a retirarse formalmente del caso, lo que significa que la defensa no puede revisar sus decisiones anteriores en el caso Assange. También es probable que Arbuthnot haya estado involucrada en el nombramiento de Baraitser para supervisar el caso y todavía es responsable de «apoyar y guiar» y «vincularse» con su jueza supervisada.

Assange siempre ha dicho que buscó refugio en la embajada ecuatoriana en junio de 2012 para evitar la extradición a los Estados Unidos por sus actividades editoriales. Fue capturado en la embajada ecuatoriana por la policía británica en abril de 2019 e inicialmente encarcelado por 50 semanas por violar las condiciones de la fianza.

El fallo, que estaba cerca de la pena máxima por el delito de 12 meses, parecía ser irregular. Por el contrario, el británico Jack Shepherd, quien en 2015 mató a una mujer en un accidente de lancha rápida en el río Támesis y fue acusado de homicidio involuntario, recibió una sentencia de seis meses por saltarse la fianza, la mitad de lo que se le otorgó a Assange. Shepherd huyó del país a la ex república soviética de Georgia durante 10 meses antes de entregarse y regresar al Reino Unido.

En un fallo de 2018, Lady Arbuthnot rechazó el temor de Assange de ser extraditado a los Estados Unidos. «Acepto que el Sr. Assange había expresado su temor de ser devuelto a los Estados Unidos desde una etapa muy temprana», dijo, pero «no creo que los temores del Sr. Assange fueran razonables». Sin embargo, en abril y mayo de 2019, el Departamento de Justicia de EEUU acusó a Assange de 18 delitos penales, principalmente en virtud de la Ley de Espionaje, que podría llevarlo a 175 años de prisión en suelo estadounidense.

Assange ahora está recluido únicamente a instancias de EEUU después de que la juez Baraitser extendió su sentencia por violación de la libertad bajo fianza en septiembre pasado con el argumento de que su «estado de prisión preventiva cambia de un preso en espera de juicio a una persona que enfrenta la extradición». Assange ahora puede ser retenido indefinidamente en Belmarsh dada la probable demora en los procedimientos de extradición a EEUU.

El mes pasado, 117 médicos y psicólogos publicaron una carta en la revista médica The Lancet pidiendo el fin de lo que llamaron «la tortura psicológica y la negligencia médica de Julian Assange». Nils Melzer, el relator especial de la ONU sobre la tortura, que visitó Assange en Belmarsh en mayo de 2019, dijo que Assange muestra síntomas de «tortura psicológica».

«Inadecuado control de infecciones»

Podemos revelar que Belmarsh puede ser una prisión particularmente peligrosa para reclusos como Assange que, además de una afección pulmonar, también tiene problemas dentales importantes. Belmarsh ha sido criticado repetidamente por los inspectores de prisiones desde 2005 por no tener las precauciones antiinfecciosas adecuadas, particularmente en sus instalaciones de atención dental.

Un informe de 2007 del Inspector Jefe de Prisiones de SM después de una inspección bianual no anunciada encontró que «el control de transmisión de infecciones era inadecuado» citando «la falta de medidas de control de infecciones en el consultorio de atención dental».

La siguiente inspección, en 2009, descubrió de manera similar que «el control de infecciones y los estándares de descontaminación aún no eran lo suficientemente buenos». La inspección de 2011 concluyó que las instalaciones del dentista seguían siendo un problema y que «el consultorio dental debería ser restaurado para cumplir con las pautas de control de infecciones». Agregó: «Se debe instalar una sala de esterilización separada para el consultorio dental para garantizar el cumplimiento de la regulación del Departamento de Salud».

Otro informe crítico de inspección en 2013 encontró que la recomendación de que se restaurara el consultorio dental para cumplir con la guía de control de infecciones «no se logró». Una investigación de 2015 concluyó además que «todas las áreas clínicas, incluidas las salas aisladas de tratamiento, deben cumplir con los estándares actuales de control de infecciones».

El informe de los inspectores de 2018 señaló que ahora existían «políticas adecuadas de control de infecciones y enfermedades transmisibles», pero no es seguro que más de dos años después aun lo siguen siendo. Un informe del año pasado sobre las condiciones en Belmarsh por parte de las Juntas de Monitoreo Independiente, encontró que «persisten importantes preocupaciones de seguridad y dignidad», ya que «el estado de las duchas y muchos de los baños en la prisión es terrible».

Se sabe que las cárceles se encuentran entre los lugares más peligrosos para la propagación de virus. En Escocia, los prisioneros que están cerca del final del cumplimiento de sus penas podrían ser liberados para detener la propagación del coronavirus en las cárceles del país. Irán liberó recientemente a 85.000 prisioneros, incluida la mujer británica Nazanin Zaghari-Ratcliffe, para detener la propagación del coronavirus.

El abogado de Assange, Edward Fitzgerald, dijo recientemente que a su equipo de defensa se le negó la entrada a Belmarsh porque 100 miembros del personal de la prisión se aislaron a sí mismos debido al coronavirus. Hasta el momento, unos 27 reclusos han dado positivo por coronavirus en 14 prisiones británicas.