CIBERSEGURIDAD: EEUU está atacando infraestructuras críticas de China, desde hace 11 años

Qihoo 360, una de las firmas de ciberseguridad más grandes de China, ha publicado una investigación que detalla cómo el grupo de ataque informático (APT-C-39) de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) hace once años que está atacando múltiples sectores civiles y gubernamentales críticos de China, poniendo en riesgo el tráfico aéreo, infraestructuras petroleras, la sanidad y las transacciones comerciales, entre otras. Dadas las intensas relaciones que tiene China con todos los países del mundo, estos ataques ponen en riesgo la vida y la seguridad global.

China debe dar una respuesta contundente contra los ciberataques estadounidenses

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GLOBAL TIMES

Qihoo 360, una de las firmas de ciberseguridad más grandes de China, publicó este martes un documento que detalla cómo el grupo de ataque informático (APT-C-39) de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) ha atacado a una amplia gama de sectores chinos, incluyendo aviación, instituciones de investigación científica, industria petrolera, compañías de internet y agencias gubernamentales.

La compañía de ciberseguridad china identificó a la persona a cargo: el ex empleado de la CIA Joshua Adam Schulte, al arma cibernética que se desplegó: Bóveda 7, y enumeró cinco pruebas relevantes. Los ataques se llevaron a cabo durante los últimos 11 años.

Aunque hay muchos informes creíbles sobre la participación de Estados Unidos en el espionaje cibernético no sólo contra China sino también contra muchos otros países, incluidos sus aliados cercanos, las revelaciones del documento Qihoo 360 siguen siendo profundamente sorprendentes y preocupantes. Los resultados, si se confirman, ponen al descubierto la asombrosa hipocresía de los Estados Unidos al estar atacando a China durante años, mientras la acusaban de ataques cibernéticos en su contra e incluso han impuesto sanciones a entidades e individuos chinos.

Pero mucho más importante, es saber cuán vulnerables son los sectores críticos de China ante las poderosas armas cibernéticas de Estados Unidos y cómo China necesita tomar todas las medidas necesarias para proteger a sus ciudadanos, instituciones y seguridad nacional.

En primer lugar, el documento Qihoo 360 debe tomarse en serio e investigarse a fondo. Si se confirman las revelaciones, se deben tomar medidas rápidas contra las instituciones estadounidenses involucradas, incluida la CIA, su grupo de ataques informáticos y personal involucrado en los ataques.

Se deben considerar los canales legales y todos los demás posibles para remediar los daños que los ataques estadounidenses hayan causado a las instituciones chinas y al público. Esto no solo es imprescindible para proteger los intereses de China, sino que también es perfectamente apropiado dadas las acciones de los Estados Unidos contra China y contra el derecho internacional.

En segundo lugar, dados los amplios sectores y la información a los que se dirigen los ciberataques de los Estados Unidos, también se debe realizar una investigación exhaustiva para evaluar daños y riesgos potenciales.

Por ejemplo, en los ataques contra las instituciones de aviación, la CIA persiguió específicamente a los desarrolladores, que son responsables del desarrollo de sistemas que manejan controles de tráfico aéreo, información de carga, pagos y pasajeros. No se puede exagerar el grave peligro potencial que esto representa para millones de viajeros aéreos y trabajadores del sector. Deben tomarse las medidas necesarias para cerrar las posibles lagunas en estas áreas para minimizar el daño.

Si bien cerrar la ventana de vulnerabilidad actual, debe ser la máxima prioridad, también se deben discutir planes a largo plazo para reforzar el sistema de ciberseguridad de la nación.

China se encuentra entre los países más digitalizados del mundo, y las entidades en casi todos los sectores manejan volúmenes masivos de datos de ciudadanos.

Aunque todas las empresas e instituciones pueden haber establecido sus propios sistemas de ciberseguridad, no pueden enfrentarse a los ataques de la agencia de inteligencia más grande del mundo con algunas de las armas cibernéticas más poderosas a su disposición. Por lo tanto, los esfuerzos para mejorar la ciberseguridad deberían ser un objetivo para toda la sociedad. Se deben destinar más recursos a la investigación y el desarrollo de tecnologías de ciberseguridad.

Finalmente, la ciberseguridad es un desafío global que requiere la colaboración entre todos los países. Incluso antes del informe Qihoo 360, los documentos filtrados de los EEUU han demostrado los enormes programas de vigilancia global y las capacidades de ataque cibernético de EEUU.

En un aparente intento por ocultar sus ataques malintencionados, Washington ha emprendido una campaña mundial implacable para acusar a China y otros países de ataques cibernéticos sin ninguna prueba.

Estados Unidos no puede engañar al mundo y volvernos unos contra otros, para que ellos logren imponer sus medidas contra las empresas tecnológicas chinas. Todos los países deberían unirse para abordar los problemas de ciberseguridad.