REINO UNIDO – ELECCIONES: Jeremy Corbyn y la debacle histórica del laborismo

Resultado de imagen de debacle laboristas reino unido

Los laboristas han sufrido uno de sus peores resultados en unas elecciones generales desde que hay memoria, y decenas de escaños que el Partido había mantenido durante décadas cayeron en manos de los conservadores. Los análisis se suceden y los diputados laboristas que han perdido sus escaños, dan rienda suelta a su enojo con la dirección del Partido.

«Perdí mi escaño gracias a Jeremy Corbyn y estoy furiosa», escribió en The Independent, Anna Turley, diputada laborista por el distrito obrero de Redcar desde 2015 hasta las recientes elecciones en que ha perdido su escaño. Turley dice que la dirección del partido ignoró la advertencia cuando a principios de este año, ya perdieron «en una aniquilación histórica» los cinco distritos electorales que tenían en Tees Valley, un área metropolitana industrial al noreste de Inglaterra, con 7 distritos electorales.

Tras las recientes elecciones los conservadores han obtenido el triple de apoyos que en 2017, y hasta el distrito electoral de Tony Blair ha pasado a los conservadores. La ex diputada señala que «el partido estaba fuera de contacto con la gente, el líder era débil y no éramos un partido de gobierno creíble. Nuestro Manifiesto no era asequible, y nuestro partido se había vuelto desagradable».

Turley se encontraba con «el enojo visceral de los votantes laboristas de toda la vida» que sentían que no podían votar a su partido por culpa de «ese hombre de arriba», es decir, Jeremy Corbyn. La militante laborista afirma que con frecuencia sus votantes le decían «vaya a Londres y eche a ese tipo». También se queja de que el Partido bajo la dirección de Corbyn no asumió una posición clara sobre el Brexit, con tres años de dar vueltas sin definirse. «Nunca he podido decirles a mis electores cuál era realmente la posición del partido Laborista sobre el Brexit, sólo la mía. Y así llegamos a esta desgracia», escribió Turley.

Va incluso más lejos cuando sostiene que «no habría Brexit si los laboristas hubieran tenido un liderazgo creíble en el referéndum de 2016, defendiendo los valores de cooperación, internacionalismo y asociación de nuestro partido». En cambio, tuvimos a un tipo (Jeremy Corbyn) que se vistió con un abrigo de piel para ir a The Last Leg».

Imagen relacionada

Ciertamente la presencia de Corbyn -que llegó envuelto en un abrigo largo de piel blanco como los ídolos del rock- en este show televisivo de humor, generó un fuerte debate por la frivolidad del programa y el sinsentido de sus intervenciones sobre la UE. Turley dice que «nadie presentó un argumento a las comunidades laboristas de la clase trabajadora explicando por qué les interesaba estar en UE, porque el líder no creía que así fuera».

La ex diputada se lamenta que «a pesar de 10 años de austeridad conservadora que nos ha llevado a niveles de pobreza dickensianos, y el final de 175 años de fabricación de acero en mi circunscripción, la gente no creía que los laboristas fueran mejores. Este es un fracaso de escala épica y una traición a las comunidades que más necesitan al laborismo». Dice estar convencida de que estas reflexiones no se harán en la dirección del Partido y que se echará al Brexit la culpa de todo. Turley considera que «sólo la transformación total será suficiente para que el Partido cumpla su propósito histórico y haga que nuestras comunidades crean en él una vez más».

De hecho, ya se le ha echado la culpa al tema del Brexit, de la debacle histórica del laborismo. Así lo considera el propio Corbyn, que ha declarado que «esta elección fue tomada en última instancia para decidir sobre el Brexit y nosotros, como partido, representamos a las personas que votaron tanto permanecer como abandonar la UE. Toda mi estrategia era llegar más allá de la brecha del Brexit para tratar de unir a la gente, porque en última instancia, el país tiene que unirse». Muchas voces son críticas con la falta de autocrítica de Corbyn tras el desastre electoral, y que no renunciara inmediatamente. Si bien primero declaró que no conduciría el partido en otras elecciones generales, después habló de mantenerse en su cargo, y dijo que tenía la intención de «llevar al laborismo a un proceso de reflexión sobre estos resultado y sobre las políticas que el partido adoptará en el futuro».

Pero las encuestas que se han realizado para investigar las razones de la mayor derrota electoral del partido en un siglo, contradicen esta visión de Corbyn y dan la razón al análisis de los militantes laboristas que han estado en contacto con los electores. A pesar de la afirmación de Corbyn de que las elecciones «fueron tomadas en última instancia por el tema del Brexit», sólo el 21% de los encuestados dijo que la postura del partido sobre la membresía en la UE, fue su razón principal para cambiar su voto. Entre los votantes laboristas que cambiaron sus lealtades a los conservadores, el 45% citó el liderazgo de Corbyn como la razón principal, y también lo hizo el 29 % que desertó hacia los demócratas liberales. De todos los encuestados que dijeron que no votaron por el Partido Laborista por primera vez en su vida, el 43% dijo que su razón principal era el liderazgo. Otro 17 % culpó a la ambigüedad sobre el Brexit y el 12% dijo que fue debido a las políticas económicas presentadas en el Manifiesto del Partido Laborista.

El principal comentarista político de The Independent, en una nota titulada «Jeremy Corbyn ha traicionado a la gente que el Partido Laborista una vez defendió con orgullo«, viene a decir en resumen que a Corbyn el cargo le quedó grande y se comportaba como un activista más que como un candidato que aspira a formar gobierno.

Por su parte, Kate Proctor la comentarista política de The Guardian, señala cinco razones por las cuales los laboristas han sufrido tan dura derrota: la impopularidad del liderazgo de Corbyn; la falta de realismo de la agenda social que ofrecían en el llamado Manifiesto Laborista 2019; la estrategia que asumieron sobre el Brexit; el colapso de votos en el «cinturón rojo» y el diseño de la campaña electoral.

Sobre la falta de popularidad del líder, Proctor recuerda que Corbyn ya entró en la campaña con los índices de aprobación más bajos de cualquier líder de la oposición desde finales de la década de 1970.

En cuanto a la agenda social ofrecida en el Manifiesto, había puntos como «banda ancha de internet gratuita» que era impopular entre la población obrera que la consideraba «un lujo». En su afan por llegar a todas las demandas sociales el Manifiesto ofrecía asistencia gratis a las personas mayores, matrículas universitarias gratuitas, reducción de la edad para votar a los 16 años y el pago de una compensación para las mujeres perjudicadas por la reforma de la Ley de Pensiones de 1995 y 2011. Los militantes que hacían campaña puerta a puerta explicaron que «no era que a la gente no le gustaran las políticas, sino que pensaban que había demasiadas». Otros optaron por no explicarlas todas porque perdían la atención de los oyentes. El líder del grupo de campaña de Corbyn reconoció que “el Manifiesto fue demasiado detallado y demasiado largo. Fue un programa para 10 años, no para un gobierno «.

Sobre la posición frente al Brexit, el núcleo cercano a Corbyn ha admitido que inclusive ellos estaban divididos. En cuanto a la masiva pérdida de votantes en los tradicionales bastiones obreros, algunos con una fidelidad al laborismo de 100 años, existe la opinión de que Corbyn, una persona de clase media del norte de Londres, no caía bien personalmente a la clase trabajadora a pesar de su oferta social. Además, en las circunscripciones obreras presentaron candidatos -muchos del núcleo que rodea a Corbyn- que no vivían en los distritos por los que se presentaron.