CRÓNICA DESDE CHILE: «Hemos sido siempre un gigante que sólo dormía»
Desde este sitio nos hacemos eco, resumidamente, de la crónica que llega desde Chile de un testigo de la represión, publicada por elsaltodiario. Recomiendo entrar en el enlace para ver más material gráfico, que el autor pide que se ayude a preservar desde el exterior. Además agradece «a quien sea que lea este documento, pero les pido hagan de esto sólo el inicio de una colaboración activa con nosotros…cambiar este país será una tarea gigantesca, pero las marchas han demostrado que hemos sido siempre un gigante que sólo dormía».
El estallido de Chile. Crónica desde Santiago en primera persona
KENYN WRIGHTON ARANEDA /elsaltodiario
Horror es lo que se va sucediendo por todo el país y es lo que busco testificar en este relato. Los militares y carabineros arrestan a la gente. Los arrestos ilegales son miles. Y estos arrestos se hacen desde dentro de los domicilios, por lo que abundan los vídeos donde las personas defienden a sus familiares y vecinos. Sin embargo, se logra arrestar. No sabemos aún cuántos han muerto, defendiendo a sus seres queridos. Los centros de detención están repletos de gente, a pesar de que el Tribunal de Garantía ordena por defecto que sean liberados todos cada mañana, nadie sale libre durante días en todo el país. Los arrestos son masivos con golpes y abusos a mujeres y niños.
Los carabineros y militares improvisan, no porque no den a basto sino para gozar del poder que se les ha otorgado. Se ven personas siendo arrojadas atadas de manos y pies desde camionetas en marcha. He tenido la experiencia de estar en un coche patrulla y sé que el terror empieza al cerrarse las puertas del vehículo. Se reportan todo tipo de golpes a hombres, mujeres y niños. Se les amenaza de muerte, mientras van en marcha. Se les niega información de por qué han sido detenidos y se les agrupa en espacios cerrados. Estos vehículos no van a la comisaría. Hay vídeos de militares y carabineros buscando rincones oscuros para vejar y golpear a los detenidos, de manera programada. Los vídeos que circulan por la red muestran pasillos donde la gente está con grilletes y recostada boca abajo o apoyada en las paredes con sus pies recogidos, para dar espacio a más presos. Los milicos rondan y gritan para hacerlos callar. La gente aprovecha para hacer grabaciones, pero al contingente armado parece no preocuparle. Seguramente sienten los militares, la seguridad y respaldo de sus altos mandos, que les habrán informado de que, al igual que en el golpe de 1973, tendrán impunidad.
Torturas y violaciones
Se utilizan las estaciones de metro para realizar sesiones de tortura y violaciones.
Principalmente en la estación de Baquedano, en la zona donde se realizan las manifestaciones más masivas, desde donde se nutren los calabozos. Se ha violado a mujeres y a hombres durante horas. Las personas que encuentran a estas víctimas del horror, lo hacen cuando han sido arrojadas de camionetas en marcha. El impacto de estos vídeos es tan intenso, tan explícitamente real, que uno se estremece cuando el muchacho grita entre alaridos que se lo “culearon”. Lo que se ve ahí es peor que escuchar a un perro agonizar entre gemidos luego de ser atropellado. No se puede ni pensar en lo que se habrá hecho en esos calabozos improvisados, porque la violencia empleada está muy por encima de las escenas de cine snuff.
Se ha violado a mujeres y a hombres durante horas. Las personas que han encontrado a estas víctimas de los horrores, lo hacen cuando han sido arrojadas de camionetas en marcha.
Las torturas y violaciones se reportan en varias comunas, principalmente en Pedro Aguirre Cerda. Pablo Rivera, abogado del Instituto Nacional de Derechos Humanos, denuncia que un hombre de 23 años fue torturado y violado con el bastón de un carabinero de servicio. Daniela Carrasco, una Mimo, ya en los primeros días fue encontrada ahorcada, atada a las rejas de un recinto, a la vista de todo el público. No es el único caso [vídeo]. La comuna Pedro Aguirre Cerda aparece hoy en las listas de todas las atrocidades, pero esta comuna es orgullosa de su resistencia en honor a la gloriosa población “La Victoria”, primera toma de terreno autogestionada de Sudamérica.
Las autoridades (N.de la E. supongo que se refiere a autoridades judiciales civiles) no reaccionan a tiempo. Tras denuncias de tortura en las inmediaciones de la antes mencionada estación de metro Baquedano, se hacen presentes y se encuentran con que el escenario ha sido limpiado, y declaran que sienten el olor a cloro. Aunque se encuentran ataduras de plástico roto, no se atreven a concatenar las conclusiones urgentes, y de paso, colaboran con el silencio coordinado que los periodistas quieren. Todos han sido muy cautos cuando se trata de apuntar hacia el Gobierno y a las fuerzas de orden. Muy en contraste con la rapidez con que acusan a los manifestantes.
Esta última semana, y luego de que aconteciera la marcha más multitudinaria de la historia de nuestro país, han empezado a escucharse declaraciones del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), que confirman que el Estadio Nacional ha sido utilizado como centro de detención ilegal. Este recinto deportivo fue centro de exterminio durante la dictadura de Augusto Pinochet, y a pesar de esto, no se interrumpió nunca su utilización para los partidos de fútbol, ya fueran de la liga nacional o de la selección chilena. Es como si Alemania jugara un partido en Auschwitz contra Polonia y a nadie le importase. No sin razón antes se negó el equipo de la hoy extinta RDA (Alemania Oriental) a jugar en este recinto.
Incendios provocados por los carabineros
En muchos de los incendios provocados por los Carabineros de Chile, se han encontrado cuerpos calcinados.
Los medios han acusado a los saqueadores de estas muertes pero lo cierto es que el Instituto médico legal, ha tenido que emitir los certificados de defunción con la causa real, que es por proyectil de arma de fuego.
Quienes son los culpables
Son toda la oligarquía chilena, millonarios y empresarios nacionales e internacionales por exigir este autogolpe de Estado como medida para sofocar la legitima revuelta de la sociedad chilena. Esta visita fue anunciada por los medios hegemónicos en todos los noticieros y no pueden negarlo.
Es el gobierno de Sebastián Piñera y sus ministros –especialmente Andrés Chadwick, Ministro del interior- quienes han orquestado este autogolpe por encima de la ley, inclusive de la ley que fue escrita para una dictadura. Cada uno de ellos son criminales que se han desesperado al ver que sus armas no han calmado a un pueblo hirviendo de rabia. Y frente a esa resistencia han apretado el acelerador y le han declarado la guerra a la población. Todos ellos deben ser puestos frente a tribunales refundados por el pueblo. Si bien el pueblo de Chile pide su renuncia, yo digo que hay que derrocarlos y no confiar en las leyes que tradicionalmente les protegen. Nosotros debemos gobernar este país en el momento en que sean juzgados.
Son toda la clase política en su conjunto. Su complicidad es transversal. Ellos en última instancia, y sin utilizar su inmunidad parlamentaria para acudir a los centros de detención o a las marchas, quieren convencer a Chile de que la solución es una acusación constitucional o la renuncia, con el propósito de perpetuar sus privilegios como clase. Ellos se han enriquecido en tiempos de supuesta democracia y han traicionado la confianza ingenua de todo un pueblo.
Es responsable el capitalismo liberal de estas últimas décadas, que ha matado a miles de personas, por no tener asistencia médica o seguridad social, por tener sueldos de hambre, por debilitar a los sindicatos, por destruir la educación, por perpetuar el sistema de pensiones privado, que especula con el dinero en la bolsa, por proteger a los corruptos, por no legalizar el aborto; por instituir la vigilancia de la población por medio de la Policía de Investigaciones (PDI), por constituir las redes de narcotráfico y de pedofilia, por la privatización del agua y por pedirle a la población que se haga responsable de esto, duchándose más rápido cada mañana; o por, en resumen, ser el enemigo de los intereses colectivos.
Son la izquierda y la derecha. Sin la izquierda no se habría consolidado nunca lo que conocemos como clase política. Sin la izquierda, no se utilizaría la palabra lumpen tan a menudo para referirse a la insurgencia real, al grupo de choque que desde la dictadura se ha opuesto a todos y a cada uno de los abusos progresivos que han realizado todos los gobiernos hasta el momento. A la derecha no hay necesidad de describirla, está en el Gobierno y siempre lo ha estado.
Por nada del mundo quiero olvidarme del Partido Comunista. Los señalo especialmente, y al Frente amplio, son los hijos ricos que criaron los malditos traidores de los noventa. Ellos, cuando pudieron capitalizar en poder popular las manifestaciones legítimas de los estudiantes secundarios y universitarios en el 2011 , se decidieron a capitalizarlo políticamente, monetarizando los votos en sueldos que ofenden a toda la ciudadanía. Seguramente, ellos creían que nunca ocurriría esto, porque serían nuestros líderes, pero son unos cobardes que le tienen asco a los pobres.
Los medios de comunicación, que son el aparato de la mentira y la conveniencia. Su rol es fundamental para llevar a cabo todo lo que han hecho los gobiernos de este país y su clase política. Todo el estamento periodístico ha colaborado en la dictadura y los años de democracia burguesa a sofocar a la prensa valiente que se arriesga por ofrecer una alternativa a la desinformación que convence al pobre de ser culpable de su pobreza. Han sido los medios los que han embrutecido a la población chilena. El sistema de educación es una basura, pero a pesar de eso los profesores nos han dado la educación necesaria para que muchos de nosotros podamos, a diferencia de nuestros padres, luchar en las calles.
Los medios han transformado al pueblo chileno en adicto a la inmediatez y los prejuicios. A odiarse al mirarse en el espejo, a sentirse feos y solucionarlo con el consumismo. A hacerse individualistas y cobardes frente a la criminalidad. A menospreciar a sus mujeres, y a ellas a desear a los ricos, incentivándolas de un modo u otro a la prostitución legal o ilegal para que estén atadas a la mediocridad de sus parejas esclavizadas pero prepotentes. A negar sus orígenes indígenas y a colaborar en la persecución y asesinatos de hombres, mujeres y niños. A asociar a los mapuches al terrorismo y a los incendios en la Araucanía.
Los medios de comunicación prosiguen en sus mentiras y han escondido las cámaras y los micrófonos a la ciudadanía, se han reído de la pobreza, han glorificado a los ricos y han promovido la idolatría de los descendientes de los alemanes. Han simulado espacios de crítica política, poniendo a demagogos a aprovecharse de la ignorancia del pueblo. Se han lucrado de todo: de la enfermedad con la Teletón (N.de la E. Teletón Chile es un evento televisivo que se realiza desde 1978 para recaudar fondos para niños minusválidos); del hambre con las cadenas de comida rápida; de la envidia con su mercantilismo; de la vanidad con su publicidad superficial; de la pobreza; de la ingenuidad e inocencia de los niños con sus programas infantiles; del machismo y la denigración de la mujer por medio de su programación «para adultos»; de la música con los shows de talentos, que llevan a la decadencia cultural en la que nos encontramos.
Son cupables la Iglesia católica y las evangélicas por igual. Ellas han idolatrado el dinero a más no poder. Han escondido los escándalos más atroces. Han adoctrinado al pobre a atacar al pobre en la vía pública, a acusar de pecadores, impíos y merecedores del fuego eterno a las mujeres cuando defienden sus derechos, o a los homosexuales.
Finalmente, señalo también a la ficticia clase media, porque a pesar de todas sus tarjetas de crédito, siguen siendo clase baja aunque no quieran. Son descendientes de pobres, de campesinos, mineros, pescadores, de mestizos guachos, y de los indígenas, a pesar de todos los apellidos españoles que los identifican. Hoy mismo, insultan a los pacos (policías) con los mismos calificativos con que nos han insultado durante décadas. Ellos son responsables, aunque ahora participen de esta revuelta. Es lo mínimo que deben hacer, por decencia y responsabilidad con sus propios padres que se empobrecen como nosotros. Sólo en la medida que ofrezcan lucha y muertos en esta batalla, podremos ir confiando en ustedes.
Yo nunca antes había escrito una crónica, pero se ha vuelto parte de mi intento de que estas imágenes tengan respaldo fuera del país. Agradezco a quien sea, que lea este documento, pero les pido hagan de esto sólo el inicio de una colaboración activa con nosotros.
Cambiar este país será una tarea gigantesca, pero las marchas han demostrado que horizontalmente hemos sido siempre un gigante que sólo dormía, pero que ha despertado para reclamar el valor de la vigilia.
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